Que este año sea
“No te deseo que el 2022 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir”.
“No te deseo que el 2022 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir”.
Aunque están vívidos en mis recuerdos, sin distinción de días ni jornadas, en estas semanas, por obra y gracia de costumbres aprehendidas, pienso más que nunca en mis maestros.
Me dijo así aquel muchacho en respuesta a un comentario. Una fotografía en la red social Facebook lo mostraba en una fiesta rodeado de otros jóvenes desprotegidos.
Cuentan que un trabajador de un frigorífico, justo a la hora de terminar su jornada, comenzó una inspección. Por error quedó atrapado y, ante la imposibilidad de solicitar auxilio, estaba condenado a morir por hipotermia.
Esta palabra que ha sido siempre bendecida va de boca en boca. Es difícil encontrar un contexto donde se le use con menosprecio, se le vilipendie o arremeta contra ella. Una palabra hermosa y llena de dicha.
Aunque celebramos un Día Mundial de la Salud Mental, a veces soslayamos el valor que representa alguien que ayude a sanar nuestras almas.
José Aurelio oteaba el horizonte esperando que quizás le llegara una de mis botellas, él que no era un náufrago y que nunca estuvo solo.
Mas entre todas prefiero la luz que yace adentro de seres especiales, aunque haya que permanecer despiertos para percibirla, para verla allí y que te toque.
Me sumerjo en las notas de Amanda, esas que deja como trazos de lo que es su vida, su búsqueda de la belleza y del bien que encuentra por donde quiera que mira.
Él y yo pensamos igual en casi todo. Por eso, por tanto y mucho más, hoy le cedo el espacio que busco, cada 15 días, en la orilla del mar para recoger esas botellas que llegan cargadas de mensajes, a mi amigo Alexey Fajardo López.
Como cofres maravillosos de donde podemos extraer sabias sentencias, como seres con más determinación y fuerza que desgaste, así yo aprecio a los mayores; merecedores del bien que crearon.
Prefiero imaginar que se trata de un gancho más para posicionarse en las redes, o de una de esas publicaciones poco felices donde nada tienen que ver las imágenes con las palabras que la acompañan.