La fuerza de los impunes
Con el diseño de la legislación complementaria a la Carta Magna, la nación está abocada a un ordenamiento jurídico más atemperado a las actuales condiciones para construir ese país que soñamos.
Con el diseño de la legislación complementaria a la Carta Magna, la nación está abocada a un ordenamiento jurídico más atemperado a las actuales condiciones para construir ese país que soñamos.
Mientras algunos descubren el agua tibia en el uso de las tarjetas magnéticas y el comercio electrónico, en Ciego de Ávila hay servicios que se tambalean.
Lo que no puede haber es margen para el peligro, para la impunidad, para la violación de lo establecido, sobre todo si entra en riesgo lo más preciado: la salud, la vida. Hágase lo correcto, para bien de animales y personas.
La mamá de Gretel nos contaba que a su hija las amiguitas le dicen “chea” por las batas que usa. Cuando eso pasa, tiene que explicarle que no debe preocuparse: a su edad es normal vestirse así.
El pasado 10 de octubre, mientras miraba y escuchaba a Miguel Díaz-Canel Bermúdez hablarles a los 580 diputados presentes en el Palacio de las Convenciones y, de hecho, a todo el pueblo de Cuba, me dije: tenemos Presidente.
Si algo ha caracterizado a los cubanos en los tiempos más difíciles, han sido la solidaridad, el desinterés material y la sensibilidad humana.
Caminamos por ahí, toda una generación, con el conocimiento humano acumulado por miles de años guardado en un bolsillo, sin saber qué hacer con él.
La última foto que subió a Facebook no estuvo tan mal, o al menos así se lo hicieron creer sus seguidores al dejarle más de un centenar de comentarios y cerca de 500 pulgares hacia arriba y corazones en señal de aprobación.
Alexa no quiere los “de teclitas”, pues son brutos frente a los táctiles y de más pulgadas, que trascienden hoy como inteligentes (smartphone en inglés), término meramente comercial que define a teléfonos móviles más amigables.
Estoy al creer que a Newton se le olvidó hacer pública la cuarta de sus leyes, y sumarla a las tres descubiertas por él. Desde mi punto de vista, las de la inercia, de la dinámica y de acción y reacción quedarían fundidas en una.
Por todo, menos por el salario, un ama de casa es una obrera: sufre un considerable gasto de energía, se expone a accidentes y cumple una jornada de más de ocho horas, sin días de descanso ni vacaciones.
Un signo del desencuentro que se produce entre el campo y la ciudad, y en la mente de muchos que no logran ubicarse, quizás porque tampoco se les ubica como es debido.