En Cuba tenemos Presidente

presidente cubano El pasado 10 de octubre, mientras miraba y escuchaba a Miguel Díaz-Canel Bermúdez hablarles a los 580 diputados presentes en el Palacio de las Convenciones y, de hecho, a todo el pueblo de Cuba, me dije: tenemos Presidente.

Y no lo resumí así por el resultado cuantitativo de la votación que minutos antes habían realizado a favor de él, como Presidente de la República, los integrantes del Parlamento.

Es que el mandatario de un país no puede ser alguien oculto, plano, ajeno, indiferente. Tristes y sobradas muestras de incapacidad, ineptitud o de falta total de identificación con la sociedad que las eligen están dando algunas figuras de este mismo hemisferio, fenómeno o tendencia con la que nada ha tenido que ver la realidad cubana en las últimas seis décadas. Quienes acumulamos más años lo sabemos, sépanlo y no lo olviden las presentes y futuras generaciones.

Y es que la heredada capacidad de Díaz-Canel para conducir a un país con más de 11 millones de personas se ha puesto a prueba, con éxito, durante varios momentos, en verdad, trascendentales, desde que asumió las riendas de la nación.

El accidente aéreo ocurrido en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional José Martí, de Rancho Boyeros, La Habana, fue uno de los primeros acontecimientos que subrayaron, ya como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, una cualidad visible desde mucho antes, en el pupitre, el terreno de softbol, el buró, la fábrica, el salón de reuniones, el contacto con la gente: sensibilidad humana y sentido de responsabilidad.

Por eso, ni había sido ni permanece ajeno ante estragos como los que dejan huracanes, sequías, tormentas o tornados sobre áreas productivas, instalaciones económicas, sociales y población.

• Vea lo que escribió un lector acerca de la visita del Presidente cubano a zonas afectadas por la tormenta subtropical Alberto, en mayo de 2018:

comentario

Otro examen a prueba de reto ha sido esta compleja situación que, con carácter coyuntural, ha venido enfrentando la nación en el terreno energético, como consecuencia del permanente empeño del gobierno norteamericano de ahogar a la Revolución cubana mediante los, cada vez más condenados, mecanismos del bloqueo económico, comercial y financiero.

Lejos de replegarse o no dar vista en momentos convulsos o complicados, como tanto le criticaron prensa y pueblo en días pasados al presidente ecuatoriano Lenín Moreno, nuestro claro Presidente da cara in situ, comparece ante espacios estelares de la televisión, explica y deja claro que no puede haber lugar para lo mal hecho y hace permanente uso de las redes sociales.

INTERESANTE ARTÍCULO. TODOS DEBEMOS APRENDER DE NUESTRO PRESIDENTE Las trazadoras de Cuba en ese campo de batalla...

Posted by Reina Torres Pérez on Friday, October 11, 2019

¿De quién aprendió a obrar así? Todo el mundo (Cuba y más allá) lo sabe y no hace falta decirlo. La transfusión le sigue llegando, monolítica, desde el corazón de una serrana piedra hecha mucho más que historia, allá, en la rebelde, hospitalaria y heroica ciudad de Santiago de Cuba.

Algo me dice que el aliento también le está llegando por vía de todas esas personas humildes de pueblo con quienes habla en sus recorridos e intercambios formales o informales, a los que ha sumado, con ritmo más propio de este tiempo, a un grupo de ministros y de otros cuadros, cuya principal función es pensar y actuar también como pueblo y como país.
Entonces… ¿hay razones o no para decir que los cubanos tenemos Presidente?


Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar