Apostar a lo difícil
Hay quienes para cada solución tienen un problema.
Hay quienes para cada solución tienen un problema.
Las vacaciones escolares y su relación idílica con el subidón de las temperaturas indican que empieza el verano, aunque, como estación, el solsticio de mediados de junio es quien dicta el tiempo.
Se supone que, a la larga, logremos dinamizar las finanzas y disminuir el uso del efectivo, aunque la duda razonable, también, está en línea.
El regreso a la escuela no debería ser para niños y familias un desfile de “Magdalenas” y padres “Pomposos”. La situación económica ya es, para muchísimos, preocupación suficiente. Que nos acompañen los cuentos de La Edad de Oro, porque los necesitamos.
Transformar nuestra comunidad, el municipio, la provincia y el país, es tarea colectiva. La participación del pueblo es fundamental.
Tal vez la culpa sea de nuestros antepasados, o del patriarcado, o de la idiosincrasia de los cubanos, quién sabe.
Es uno de los tantos casos que podrían contar anécdotas similares por caer en las trampas de la indolencia o las indisciplinas urbanísticas que pululan en la ciudad de Ciego de Ávila.
La trata de personas, en la modalidad de explotación sexual, tiene impacto en Ciego de Ávila.
Urge mirar al campo, no solo para debatir sobre agricultura y ganadería, sino también para entender cómo piensa su gente y qué cultura consume.
¿Por qué dejarle toda la responsabilidad del bienestar colectivo a las endorfinas individuales?
Ni las gallinas engordan sin alimento estable, por muy rústicas que sean.
Toca a los jóvenes sumar todas las voces posibles, y refundar, en verdadera sinfonía de gargantas y anhelos, la esperanza.