Arroz por la libreta
“Está servida la comida”, proclama cuando se apresta a situar el último plato sobre la mesa, pero de inmediato recibe la retribución menos deseada: “Mamá, ¡otra vez sin arroz!” Una reacción lógica del adolescente, luego de su habitual práctica de bateo, corre y tira del fin de semana.








