Opinión

Frente a las crisis actuales se apela a la concientización de quienes tienen vehículos estatales para apoyar la transportación de pasajeros; pero entre que “a mí no me dan combustible para esto” o “las empresas de transportes para qué sirven” corren las justificaciones de quienes a veces ocupan, incluso, importantes cargos en la sociedad.

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