Pero lo puse yo...
Nadie piense que, por ser meses más a la medida del asueto y de la distracción, julio y agosto significan una desconexión para los delegados de base del Poder Popular.
Nadie piense que, por ser meses más a la medida del asueto y de la distracción, julio y agosto significan una desconexión para los delegados de base del Poder Popular.
La basura que hoy coloniza cualquier rincón de esta ciudad, cada vez más amenazada con hundirse en la inmundicia ante los ojos de todos.
Después de una semana chequeando su presión arterial le diagnosticaron una hipertensión arterial.
Todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Mi abuela diciéndome que los tropiezos de la vida se hicieron para superarlos y no para sufrirlos, y yo creyendo que aquello era lo más difícil del mundo a la puerta de mi primera decepción amorosa.
La gente se pregunta cómo es posible que para saber si alcanzan boletines deban hacer la cola aunque, al final, se marchen con un no como respuesta, en muchos de los casos.
El agua no entiende mucho de orden cuando la Naturaleza o el propio hombre le desordenan su paso.
Año tras año, sin embargo, y lugar tras lugar, parece cobrar vida, mediante la muerte, aquel viejo proverbio, sentenciador de que “nadie escarmienta por cabeza ajena”.
De tal suerte que el cometido de preparar y ocupar jóvenes en cargos de dirección, aunque no es la tarea de un instante, se convierte hoy en fin estratégico.
Los números oficiales en Cuba hablan de unos 2 000 menores víctimas de violaciones, ultrajes y corrupción cada año entre 2013 y 2016.
Es que la juventud ha estado siempre “perdida”.
De Martí y Fidel aprendimos a no odiar. Mucho menos a desear o a celebrar la muerte, aunque ni con ella paguen su impagable deuda con la humanidad quienes más han lastimado sus latidos.
Ha transcurrido más de un mes desde que, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez asumió, la presidencia de los Consejos de Estado y de Ministros.