Ciego de Ávila debe parir más vegetales
Preocupa que en la mayor parte de los casos, la raíz del problema es más subjetiva, organizativa o de gestión, que de orden propiamente material.
Preocupa que en la mayor parte de los casos, la raíz del problema es más subjetiva, organizativa o de gestión, que de orden propiamente material.
La vida, en ocasiones, muchas más de las que quisiéramos, impone a los seres humanos dificultades imposibles o difíciles de superar.
Hay un profundo desprecio por las normas y fallas irreconciliables en el control y la regulación.
De acuerdo con lo previsto, se realizó el domingo 4 de marzo una jornada de limpieza, higienización y embellecimiento en la ciudad de Ciego de Ávila.
Deben andar todavía, “decepcionados” por la crónica roja que no salió en ningún periódico… porque no tenía sangre.
Cuatro amigos, a las 10:20 de la noche después de salir del teatro Principal, caminan por el centro urbano de Ciego de Ávila y deciden detenerse por un café, un trago o, al menos, por un motivo que demore el retorno a casa.
Entusiasmada, la periodista busca nuevos elementos, pero una vieja tendencia le corta el aliento: “Sin autorización de mi directora no puedo ofrecer información” —dice el funcionario”.
Nunca escuché tantos insultos juntos. La madre le abría los ojos y la chiquilla le replicaba que a ella no le daba pena con nadie.
Margarita no puede salir, o, mejor dicho, no sale de su casa sola porque su esposo Yoel se lo prohíbe.
Hay un cartel haciéndote creer que la oferta es especial… y si antes no sacas la cuenta, no te das cuenta de que la “alianza” de esos cuatro productos envueltos en nailon y con una tarjeta te ahorra solo 0.35 centavos.
Lo que preocupa es que entre los avileños vayamos siendo menos los “bueyes”, consagrados al trabajo, y se reproduzcan los “toros” por cuenta propia.
Se impone una aclaración de la realidad que les cuento: los inocentes ignoran que lo son. Los culpables, ignoran a los inocentes y, si pudieran, se ignoraran a sí mismos o se declaraban inocentes.