Cuando el azúcar pasó a manos del pueblo
Hace 58 años que la producción azucarera pasó, definitivamente, a manos de su legítimo dueño: el pueblo cubano y, sobre todo, a los obreros y obreras.
Hace 58 años que la producción azucarera pasó, definitivamente, a manos de su legítimo dueño: el pueblo cubano y, sobre todo, a los obreros y obreras.
La línea del ferrocarril, algo así como la evidencia de la “sutura”, los fuertes y fortines y el paso de tantos años, demuestran que en ese lugar se dio más de una guerra y, como en esta todo se vale, también más de una muerte.
Una de las más exitosas proezas contra el colonialismo español fue la Campaña librada por las tropas del Ejército Libertador de Cuba, bajo el mando de su General en Jefe Máximo Gómez Báez.
Doña Emilia González Echemendía, aquella “Madre de los cubanos” como la calificara el General Máximo Gómez, constituye un ejemplo de mujer que consagró gran parte de su vida a la causa por la independencia de Cuba.
José Martí lo calificó de “austero e impetuoso, bello por dentro, corto de figura, de alma clara y sobria” e Ignacio Agramonte afirmó: “no lo hemos llorado bastante”.
A 51 años de su asesinato en Bolivia, los cubanos recuerdan al guerrillero Ernesto Che Guevara (1928-1967) como un ejemplo de revolucionario y promotor del "hombre nuevo" llamado a construir un mundo mejor.
Miguel Rivera Martín, a quien le encomendaron la riesgosa misión de llevarle un mensaje al comandante Camilo Cienfuegos, pidió voluntarios para localizar a la Columna No. Dos Antonio Maceo.
De ese formidable sistema solo quedan vestigios, conservados como reliquias o testimonios de la historia de la nación. Ciudades como Ciego de
Avila y Morón están en su entorno.
Nada amilanó a la mujer que cooperó con la causa independentista, al punto de que siete de ellas fueron encarceladas, acusadas de ser confidentes de los mambises. Una de ellas fue Joaquina Echemendía Echemendía.
Era la primera vez que Neruda leía en público los poemas de Canción de Gesta, y tuvo la deferencia de hacerlo para los cubanos.
Hace hoy exactamente 60 años, el Señor de la Vanguardia estaba impaciente por salir hacia el occidente, a pesar de las lluvias de las jornadas precedentes.
Con vientos cercanos a los 200 kilómetros por hora, el huracán Kate se ensañó contra todo cuanto halló a su paso. Y hasta allí llegó Fidel, horas después, como expresión de ese hábito consustancial a él.