Pagar la ilegalidad no es nuevo, como tampoco lo es el compromiso del Grupo Provincial de Enfrentamiento (GPE) en el combate a las constantes contravenciones a precios topados de alimentos y productos industriales en Ciego de Ávila. Aunque frente a un carretón o tarima no lo aprecie, el territorio mantiene vigentes sus disposiciones de agosto de 2019.
Crece el reclamo de las personas por pasar entonces de la advertencia oficial a la sanción, con la ley en una mano y el talonario en la otra, pues comprobado está que conocer la existencia del ambiente ilícito, apercibir a los infractores e intentar disuadirlos de su actitud, en ocasiones, genera cierta impunidad y reincidencia.
En correspondencia, solo en la mañana de este jueves, calle arriba y calle abajo, el GPE realizó 41 visitas a entidades estatales y a trabajadores por cuenta propia, para fiscalizar el cumplimiento de los precios y las medidas higiénico-sanitarias, en las cuales se aplicaron ocho multas por un valor de 7 275.00 pesos.
Precios a la deriva. Así están algunos precios de productos y servicios en #CiegodeAvila. El enfrentamiento por inspectores y agentes del Minint requiere del apoyo popular para poner orden.
Posted by Jorge Luis Delgado Felipe on Thursday, November 19, 2020
Evaristo González Camacho, al frente de la Dirección Integral de Supervisión Provincial (DIS), informó que también se efectuaron cuatro decomisos, que consistieron en 241 libras de yuca, 86 de calabaza, 100 paquetes de café y 39 cajas de puré de tomate.
“En el punto de venta de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Antonio Echeverría, con dirección en calle Máximo Gómez, entre José Antonio Echeverría y calle Uno, en el municipio cabecera, se comprobó que ofertaban el tubo de jamón y de chorizo a 70.00 pesos, sin aparecer en el listado de precios de la unidad.
“Además de citar al presidente de la CCS para la DIS provincial, se le aplicó una multa de 100.00 pesos a la dependiente por no tener el nasobuco bien puesto en el momento de la inspección.”
En la vía pública, no obstante los correctivos, todavía no son pocos los trabajadores de la forma de gestión no estatal y los que, por su cuenta y sus cuentas, insisten en transgredir los gravámenes instituidos. Carretones “artillados” franquean tanto las principales arterias como sitios periféricos de la ciudad.
Un paquete de galletas saladas ¡60 pesos!, cuando la persona no posee ni documentos ni fábrica
Se localizó a un ciudadano que, por vender frutabomba sin los permisos y violar los costos reconocidos para el producto, tiene que saldar una multa de 2 000.00 pesos.
Continuó el recorrido y, ante un grupo de inspectores de la DIS, otro duplicó la valía del pote de ají cachucha y la yuca, infracciones por las que costeará 2 000.00 pesos.
Hace poco, delante de este periodista, alguien reprodujo la respuesta de un carretillero a una anciana: “si no le cuadra, cómase el dinero”. La abuela, comentó la persona que observó, sacó su nailon del fondo de la jaba, apartó el carné de identidad, la chequera, las recetas por comprar y, dentro del tarjetón del medicamento, bien prensado, el billete de 100.00 pesos.
Dicha forma de contestación es, aunque con otras señales, la de incontables re-vendedores. Por eso, es necesario entender que la denuncia no acaba con solo quitarle 1 000.00 pesos a aquel cuentapropista (reincidente) que expende el bocadito de chorizo a 7.00 pesos, el de jamón a 10.00 y el de jamón con chorizo a 15.00.
Las cuantías, que en varios casos se cuchichean a escondidas, se elevan sobre la base de una gradual demanda —de casi todo—, la escasez de ofertas, pasando por los trastornos del confinamiento, ante los que no han faltado los oportunistas, con suficiente “carretera” trascurrida y paños tibios al no ser sancionados con la fuerza requerida.
• Precios topados en Ciego de Ávila: El peligro del saco roto.
En lo que crecen los intentos por frenar la tendencia a timar al cliente (con cuentas mal sacadas, según el trinomio precio-peso-calidad), los particulares justifican el alza del monto a pagar por sus mercancías con que sus proveedores han encarecido las ofertas y el Estado tampoco les asegura las materias primas; aunque los carretilleros deben adquirir su mercancía en la red minorista (puntos de venta, placitas, organopónicos), otra innegable realidad.
Por último, en reiterados momentos, se inspecciona el desempeño de un carretonero, por citar un ejemplo, y los clientes se molestan por interrumpir o como espectadores pasivos califican de “pobrecitos” a quienes, minutos antes, denunciaban por sus disímiles trampas.
De ahí que ir contra ilegalidades en Ciego de Ávila sea una batalla fuerte, que implica participación popular, para así acabar con esa red que sustenta la reventa y trae consigo el acaparamiento y el desvío de productos contratados de antemano por Acopio e incluidos en su balance de distribución.
Existe en la literatura médica , el Síndrome de Estocolmo , que hace relación a como las personas pueden ponerse del lado de quien lo perjudica .
El problema del aumento de los precios solo se resuelve con medidas integrales , Producción e intervención del gobierno de manera sistemática en el mercado.
En Cubita la Bella, donde existe un mercado estatal ,este tiene que estar abastecido para que funcione como competencia .
Es beneficioso para una economía que exista la inflación, lo que tiene que estar controlada, lo ideal es que suban los precios y a su vez los salarios y pensiones , esto es lo realmente beneficioso
La economía tiene sus reglas , solo topar los precios puede " resolver " por un espacio corto de tiempo.
Cada cual le pagan por su trabajo, es cierto que hay que involucrar a la población, por eso hay que crear canales seguros para que se realicen por allí las denuncias y la población tiene que percibir que las autoridades actuaron ante la denuncia que realizó , de lo contrario no lo hará más.
Brmh
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Se necesita más de la creación de políticas adecuadas orientadas a la producción y la comercialización. De la asignación de materias primas necesarias a los productores. De la decuada política tributaria como por ejemplo eliminar el pago de impuestos sobre la tierra y sus cosechas a los campesinos. Acciones que realmente garanticen el estímulo a sembrar, a producir para llenar nuestras calles de carretilleros. De los precios se ocupa la oferta y demanda.
De que los precios se iban a disparar ante el anuncio de la subida de los salarios y eso, era asunto ya conocido, simplemente porque en nuestro país los aseguramientos para la venta de mercancías a todos los niveles, son insuficientes o ineficaces. Entiendo que la única forma en que el círculo vicioso de la especulación y otros males adyacentes se acaba, es mejorando la oferta por parte de las instituciones comerciales, pero eso no es lo que ocurre.
Fuera de mejorar el asunto de la oferta, entiendo que todo lo demás que se haga o diga, son simplemente medidas cosméticas y temporales.
Ahora, llamo la atención sobre algo más o menos visto por parte de nuestras autoridades y es la práctica más o menos común respecto a la confiscación de mercancías.
No soy nadie para juzgar cuáles casos resulten correctos y cuáles no, porque desconozco todos los pormenores, pero hay una cosa que sí me queda claro: desde el punto de vista de la oferta-demanda, cada vez que un vendedor desaparece así como sus mercancías (legales o ilegales), eso caldo de cultivo para que quien quede en pie, se atribuya el derecho de subir sus productos en nombre precisamente de la oferta y la demanda. En esa ecuación el estado simplemente no suple esas carencias materiales y por ello entiendo que esa conducta, a veces le hace el juego al asunto de los precios y el desabastecimiento.
En Cuba lo que hace falta no es un Decreto Ley que diga que el café es ilegal por XYZ, lo que hace falta es trabajar en aras de garantizar que haya café para tomar. Hablo simplemente de café, no de un lanzamiento espacial a Saturno.
siempre digo que si no hay comida es por mala gestión
que para sembrar yuca y maíz lo único que hace falta es tierra y gente que sepa de agricultura
en cuba el 70 porciento de la tierra esta ociosa
con maíz y yuca hay carne y huevo
no hace falta muchos recurso
lo que hace falta es mas inteligencia y menos burocracia
y a lo mejor no haría falta tanto inspectores que se podrían aprovechar para reforzar la agricultura