Dar aspirina
Según cuenta en su carta Fernando Delgado Pestana, vecino de calle Línea, No. 124, Bolivia, le han “dado aspirinas” (que no atenúan dolores) en sus intentos de adquirir otros medicamentos en las farmacias de su municipio.
Según cuenta en su carta Fernando Delgado Pestana, vecino de calle Línea, No. 124, Bolivia, le han “dado aspirinas” (que no atenúan dolores) en sus intentos de adquirir otros medicamentos en las farmacias de su municipio.
No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo. Proverbio inglés que lo dice todo muy claro.
La brigada comenzó, pero fue a intervalos. No todos los días venían y cuando lo hacían era solo unas horas. Donde pusieron el motor y las puertas solo las llevaron hasta el sexto piso, y, a mediados del mes de diciembre, dicha brigada desapareció.
“Un día, mientras iba en un camión de pasajes, conversaba con mi compañera de viaje acerca de la incomodidad de aquel medio de transporte, cuando una mujer, sin pedir permiso para interrumpirnos, casi nos gritó en la cara: ‘Y gracias que tenemos este camión.’
Mi tía Fidelia nunca se cansó de dar, de desprenderse de lo poco que tenía sin pensarlo; con cariño, a tiempo y sin miedo a no tener después. Llegar a su casa era como entrar a otro mundo, donde todo era bueno.
Hay respuestas que dejan a uno en la zona de la duda. Su laconismo pudiera ser el primer indicio de falta de argumentos. O, también, de lo innecesarios que resultarían estos si los expuestos trajeran la solución al caso planteado.
La política y abogada irlandesa María Robinson expresó que: “Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo; cualquiera puede comenzar a partir de ahora y hacer un nuevo final.”
Cuando lo que se recibe contaminado es el agua, los problemas con la salud no demoran en llegar; y cuando lo contaminado es una actitud, los resultados son sin pronóstico previsible.
“Hace más de un año vemos cómo se ha ido transformando el entorno sociocultural del centro urbano en un paraíso para el desorden, la falta de respeto y la indisciplina.”
Este redactor se pregunta: ¿Son responsables, únicamente, las entidades y empresas avileñas de que, al llegar septiembre, la demanda de matrícula para oficios también llegue a la Dirección de Trabajo y Seguridad Social?
Qué bueno que la señora Teodora Isabel Sardiñas Arencibia, vecina del edificio de 12 plantas, en la ciudad de Ciego de Ávila, vio solucionado su caso, publicado aquí (Un problema en las alturas, 24 de noviembre de 2018),
“Puede ser cierto que no sea responsabilidad de Acueducto los salideros en el interior de las viviendas, pero... ¿tampoco es su responsabilidad solucionar lo que está a la vista de todos?”