Primer alumbrón de La Luciérnaga
Integrantes de la Asociación Hermanos Saíz y otros artistas en Morón quieren cambiar el mapa de la vida cultural de la ciudad. Hasta ahora han traído mucha luz.
Integrantes de la Asociación Hermanos Saíz y otros artistas en Morón quieren cambiar el mapa de la vida cultural de la ciudad. Hasta ahora han traído mucha luz.
Al cabo de un año sin encuentros similares, la cita no solo fue espacio para el diálogo, sino para evaluar el cumplimiento de los 35 acuerdos emanados del IX Congreso de la UNEAC.
Como parte de la celebración del Museo Caonabo, en Morón, la institución reconoce la labor de varias personalidades.
El joven avileño Jesús González García se alza con el premio en la categoría de 15 a 17 años en el concurso virtual internacional Lyrical Flute Legends.
Melisa se vuelve el personaje que interpreta y, a la vez, es ella. Lo comprobé mientras conversábamos, por la honestidad de cada palabra.
Si hace poco más de un año Invasor ponía el dedo sobre la llaga que eran entonces las casas de la Trova de los municipios de Ciego de Ávila y Morón era por que esperaba el surgimiento de espacios como este que recién nace.
Se conmemoraron cinco años de la partida física de Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución cubana, pero el paso del tiempo no ha sido proporcional al olvido.
El mayor acierto del FULL: proponer, planificar e intercambiar opiniones con el Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) y los autores del patio, con tal de elevar la calidad de la cita.
El fin de semana del Silencio Azul siempre es una fiesta en Morón, y la edición XXI seguirá la regla, en las noches de viernes 26 y sábado 27 de noviembre.
Las fiestas campesinas de Majagua, acreedoras de los premios nacionales Memoria Viva y Cultura Comunitaria, mantienen su vitalidad, aunque la COVID-19 impida la realización del fraternal enfrentamiento entre los bandos Rojo y Azul.
Músicos de todo el país se unen a ClariCuba, proyecto musical a través de las redes sociales en Internet. Una avileña es la protagonista de la historia.
Cuando los títeres de Polichinela llegan a la escena hay que aplaudir. No por complacencia ni por costumbre, sino porque en los ojos saltones de los muñecos va el alma del titiritero y esa fusión dulcísima embelesa sin remedio.