Que si la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, dijo que los productos debían estar en las bodegas durante 30 días; que si dijo que eran los ciudadanos quienes acudirían a las citadas unidades a buscar el donativo de alimentos; que si todos los paquetes traerían la misma cantidad de productos., que si….
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Pero, bueno, (aquí justifico), somos así, nos gusta creernos que tenemos “la última” y, sin darnos cuenta repetimos lo que dijo alguien, sin verificar si es cierto o no. También sabemos resolverlo: “Diiiceeen…”. Y para no repetir el patrón— ni ser cómplices o víctimas del “diiiceeen”…—, Invasor recorrió varias bodegas de la ciudad cabecera de Ciego de Ávila durante la jornada del martes y les trae los criterios.
En la unidad La Margarita, ubicada en la intersección de las calles Máximo Gómez y Abraham Delgado, el administrador explicó: “Todos los paquetes tienen la misma cantidad de productos. Sucede que en algunas bodegas las pastas pueden ser distintas, espaguetis o coditos.
“Tenemos 72 horas, según indicación de Comercio, para entregar los módulos, por eso repartimos 50 números y, cuando se nos agotan, otros 50”. Y acota algo que este reportero ya había advertido: “Por eso usted ve esa cantidad de personas en los portales del frente. Están esperando a que les toquen los números”. Y en verdad eran muchos. Y en verdad las medidas contra la COVID-19, “diiiceeen” que se están cumpliendo.
Coincidente con su criterio el de su homólogo en la tienda Las Columnas, sita en José María Agramonte, esquina a República: “Cuando se venza el plazo asignado por Comercio, los módulos que no haya venido a buscar la población serán llevados para una Unidad Piloto, de las existentes en cada Consejo Popular”. La diferencia con la anterior es que, según el administrativo, “eso será pasados los siete días”. Obviamente tres no alcanzan.
En Las Columnas, la entrega tenía otro matiz: “Aquí viene el coordinador de los CDR de la zona con un miembro de cada núcleo, previa organización por días para cada CDR, y así se efectúa la entrega. Es una forma de evitar la aglomeración. En el caso de los mensajeros, tendrán un día para ellos venir con las libretas de Abastecimiento de los núcleos a los que les dan servicio, y llevarles el donativo”.
Refrendado por el Coordinador, quien añadió: “Incluso designamos un día en la bodega para que reciban su módulo los que compran aquí pero no residen en el área nuestra”.
Caso distinto el de la unidad Micro Ortiz, la más grande del territorio, con 3 025 núcleos, donde su administrador adujo: “Los delegados del área y yo nos reunimos y decidimos que cada CDR debe nombrar a un mensajero y que este se encargue de venir a buscar la donación; siempre con la presencia del presidente del Comité. Pasados siete días se devolverán a la Unidad Piloto que se designe y, quien no vino a buscarlo, tendrá que ir allá”.
Y la decisión del “mensajero”, chocaba con las caras de varios presidentes de los CDR, limitados al no poseer un transporte en el cual repartir la “carga”; o tener varias viviendas con las personas en aislamiento domiciliario; o…
Una última parada en El Guajiro, ubicada donde confluyen las calles Marcial Gómez y La Guajira, en la cual su administrador explicó: “Tuvimos la mala suerte de que el delegado se enfermara y que una oficial del Ministerio de Interior que había sido asignada, fuera movilizada hacia otras actividades. Por eso, los bodegueros y yo, optamos por darle a cada CDR un día y un horario para que lleven su módulo sin necesidad de aglomerarse o estar insatisfechos.
“Estamos viendo con los presidentes de los CDR los casos de aquellas familias aisladas en sus hogares, o compuestas por ancianos o personas vulnerables, y nosotros mismos les llevamos su donativo, en el término de los siete días antes de devolverlos a la Unidad Piloto; esperamos no vernos en la obligación de que eso suceda”. Allí la coherencia hablaba sola.
Llamó la atención de este redactor, desde el primer momento, el paso de llevar los módulos restantes hacia las unidades Piloto. Y los argumentos me los dio Reinaldo Frómeta Romero, director del Grupo Empresarial de Comercio Ciego de Ávila: “Fue una decisión por cuestiones de seguridad. Hemos sido víctimas de hurtos en muchas de nuestras bodegas y no podemos correr riesgos. El donativo tiene que llegar a sus destinatarios de cualquier forma.
“Se designaron como tiendas Piloto aquellas que reúnen los requisitos constructivos para ofrecerles la máxima garantía”. Que es asignatura pendiente, y reprobada por muchos años en la entidad, la situación con la vigilancia mediante algún cuerpo de seguridad. Porque hablar de guardia cederista no sería oportuno. Eso “diiiceeen”. ¿Que será un gasto inmenso de combustible y esfuerzos? Es verdad. Y eso sí lo dijo la Ministra: “Los gastos de transportación y otros serán asumidos por el presupuesto del Estado”.
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Como también expresó: “En los módulos básicos hay cuatro productos que, en lo fundamental, debemos mantener: arroz, granos, pastas alimenticias y azúcar. Y, una vez iniciada la entrega, en cada territorio habrá 30 días para ser adquirido por cada núcleo familiar”.
Entonces no es como “diiiceeen”.
Brmh
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