Majagua: después de la risa, vino la COVID-19

¿Por qué Majagua se complicó en su combate a la COVID-19 y retrocedió de la Nueva Normalidad a la Transmisión Autóctona Limitada? ¿Existen atrasos con los resultados de las pruebas? Esas y otras respuestas encontró Invasor.

Después de la risa, vino la COVID-19, que a estas alturas es lo mismo que decir el llanto. Eso bien lo sabe Majagua, al suroeste de Ciego de Ávila, en Transmisión Autóctona Limitada desde el día 15 de enero. O, mejor dicho, eso bien lo saben muchos pedacitos de Cuba, que desde el fin de (un mal) año a la fecha han visto crecer los números de enfermos con el SARS-CoV-2. Sepa usted que aquí se dieron tres y cuatro casos en una misma residencia.

Fiestas —más que familiares— donde se procuró quemar lo malo de 2020 con el muñecón, saliditas de casa a otras viviendas para compartir la misma cerveza y el pellejito de cerdo asado, violaciones de los protocolos establecidos para los viajeros internacionales y en centros estatales que prestan servicios a la población, unido a un relajamiento en el control de las medidas higiénico-sanitarias en las calles, pusieron a los majagüenses a “bailar La Caringa” desde el pasado 2 de enero, cuando apareció el primer caso positivo de esta “tercera oleada”.

• Consulte el parte de cierre del día 2 de enero.

Para demostrarlo constan los hechos, las cifras, la verdad que se mueve en los rumores. También uno puede inferir ese resquebrajamiento cuando Yubileidys Soto Figueredo, jefa del departamento de Salud Ambiental, en la dirección municipal de Higiene y Epidemiología, informa que, después del “explote”, se han realizado 176 visitas de inspección sanitaria estatal, en las cuales se han aplicado 23 decretos y 32 paralizaciones de actividades estatales y no estatales.

Deficiencias en pasos podálicos, trabajadores sin nasobuco o mal puesto en las unidades…; nada ajeno si echamos un vistazo a los 63 días que llevaba Majagua sin reportar contagiados autóctonos, pero la práctica ha sido reacción-acción. Y Soto Figueredo recuerda entre los señalados a la panadería Pino Tres, La Marquesita (establecimientos reiterativos, con elaboradores de alimentos sin mascarilla) y la tienda de materiales de la construcción, del poblado cabecera.

Podemos añadirle a este ensarte los puntos rojos que generó la confianza en el Servi Cupet, en Campo Hatuey, y en los bancos Popular de Ahorro (BPA) y de Crédito y Comercio (BANDEC), sobre los cuales pudiera caer, incluso, el peso de una denuncia, en espera de nuevas verificaciones.

 banco

Gilberto Suárez Hernández, subdirector de Higiene y Epidemiología en Majagua, explica que se realizaron 60 pruebas de PCR el día primero de enero de 2021, como parte de un estudio de población de riesgo, en los puntos de venta Ranchón Islazul, Servi Cupet, Ranchón El Vaquero, Sabor Cubano, BANDEC y la Tienda Panamericana El Nacional, de CIMEX.

“Al otro día, como es sabido, se confirma el primer caso —sin fuente de infección precisada en ese tiempo— y, a partir de ahí, con el estudio de los contactos, empiezan a aparecer más contagios.” Hasta el estudio, se examinaban solo los viajeros al quinto día y los que saldrían del país, de ahí la importancia de extenderlos, para evitar “sorpresas” como estas.

Para Suárez Hernández, “así comienza esta historia”, la “nueva” gesta. “Tras la identificación del caso primario del Servi Cupet, se efectuó una investigación que aportó, inicialmente, 43 contactos, luego con varios positivos más. Lo preocupante es que las instituciones muestreadas no guardan relación entre sí y han salido casos del BPA y de BANDEC.”

¿Existen atrasos con los resultados de las pruebas? El subdirector de Higiene y Epidemiología precisa que, del primero de enero al cierre del día 19, se contabilizaban 1 238 pruebas realizadas, con 51 positivas y 1 069 negativas, y quedaban pendientes 120.

“El Laboratorio de Bilogía Molecular de Morón asume un elevado número de muestras, que no solo son de Ciego de Ávila, también han analizado de Camagüey, Santiago de Cuba y hasta de Guantánamo.

Laboratorio de Biología Molecular de Morón: más de 50 000 muestras analizadas.

“Tenemos 48 horas de atraso: 64 muestras del martes y 26 del miércoles pasados, y otro poco de más atrás. Recientemente, se tuvieron que repetir, por segunda vez, 64 muestras, porque resultaron inhibidas, cuestión que unas personas entienden y otras no.”

En diciembre arribaron al municipio 135 viajeros internacionales, con dos positivos al nuevo coronavirus, y en lo que va de mes, la tierra de los bandos rojo y azul ha recibido 41. De ellos, nueve permanecen en vigilancia por la Atención Primaria de Salud, dos están pendientes a resultado y tres pendientes a realizárseles el PCR.

Al respecto, Gilberto expone que “se recibe la información por una base de datos, se ubica al viajero en su residencia y va hasta él una brigada de respuesta rápida, integrada por personas a cargo de la Inspección Sanitaria Estatal, de Vectores y de Fumigación, que, además, controlan a los positivos y sospechosos de dengue.

“En la visita se certifica la vivienda, es decir, se determina si tiene condiciones o no para el viajero, y se le advierte lo que puede y no puede hacer. Otras fuentes de información son los Comités de Defensa de la Revolución, los presidentes de los consejos populares y las personas que, preocupadas, llaman.

“A ellos se les ha hecho la prueba en su momento y sí ha habido demoras en las respuestas, pero lo más que se han tardado son 72 horas, cuando debería ser en 24.”

Importante resulta el levantamiento del potencial de viajeros internacionales que tiene el municipio, lo que permite al equipo de respuesta rápida visitar las casas antes de que lleguen a suelo majagüense.

“Hablamos de 1 738 viviendas a certificar y, hasta el momento, se han visitado o consultado 825, el 50.8 por ciento. Eso es ir pasos por delante de la pandemia. Así conocemos si el viajero puede quedarse en su domicilio o debe ir al centro para visitantes habilitado en la provincia.” 

majagua

De esta forma, Majagua acumula 98 casos positivos al SARS-CoV-2 en lo que va de pandemia en Cuba y hasta el cierre de ayer: cuatro del brote, 43 del primer rebrote y 51 durante el mes que transcurre. O sea, en solo 20 días se supera en seis el número de enfermos del primer rebrote, que duró aproximadamente dos meses, como evidencia de la rapidez con que se contagiaron las personas tras el descuido.

Gilberto aclara que, dentro de los 51 enfermos, hay dos que no pertenecen a tierras majagüenses: uno de la comunidad de El Trabuco, que corresponde al municipio de Jatibonico, en Sancti Spíritus, y una doctora con dirección en Majagua, pero que reside en Ciego de Ávila. Por ello, se habla de 49.

Asimismo, rememora que “en los 63 días que estuvo el territorio sin reportar contagiados apareció el caso de un viajero cubano americano con PCR positivo en el aeropuerto, al que luego se le notificó en el área de Salud y se trasladó inmediatamente para Camagüey. Sus contactos se aislaron en Ceballos Ocho.

Dos muertes suma Majagua, ambas del primer rebrote, de los consejos populares Orlando González y Guayacanes.

Recuerde la cuarentena en Orlando González el pasado mes de septiembre.

De los 49 de la presente “oleada”, 17 son del sexo masculino y 32 del femenino; 19 han sido asintomáticos en el momento del examen y 27 sintomáticos. En las estadísticas se recogen 17 altas clínicas y dos pacientes en edades pediátricas: uno de dos años, de la comunidad de Orlando González, y otro de 17, del poblado cabecera.

No se ha reportado pacientes en estado grave ni crítico en la etapa y hay dos personas mayores enfermas, una señora de 93 años de edad y otra de 96, ambas estables, con reacciones a los medicamentos. Uno de los 49 no tiene fuente de infección precisada, el caso del Consejo Popular de Mamonal, con sus contactos aislados en Ceballos Ocho.

El territorio del suroeste avileño ha mantenido 12 controles de focos, ninguno cerrado hasta hoy, uno en Orlando González, uno en Mamonal, y el resto en el poblado cabecera. Los (49) casos acumulados en enero se distribuyen en: cinco de Orlando González, siete de Campo Hatuey, uno de Río Grande, uno de Mamonal y el resto de la localidad cabecera.

Para el enfrentamiento a la pandemia, se habilitaron tres centros de aislamiento para contactos (no sospechosos), todos a tope: Motel La Playita, con 18 capacidades; el conocido como la Villa del Cupet, con 35 capacidades; y los tráileres del Cupet, con 18 capacidades.

En esta historia, en su tercera lamentable parte, no hay un Sherlock Holmes que encuentre el verdadero reinicio del tormento, pero lo que sí queda claro es que no se pueden permitir los directores y administradores de los establecimientos, así como los usuarios, el mínimo descuido, pues el “bicho” los aprovecha muy bien. Tampoco la gente, a las puertas de una jornada festiva (14 de febrero), puede permitirse llorar, después de no haber reído con prudencia. 


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