En Majagua hace varios días que no se duerme. Primero, por la incertidumbre ante la confirmación de los primeros casos positivos a la COVID-19 y, ahora, por el ajetreo que implica haber declarado en cuarentena a la comunidad de Orlando González, cuando el acumulado de 8 casos asociados a este foco —porque se ha demostrado que los contagios del edificio multifamiliar el Pediátrico, en la ciudad cabecera, guardan relación— obligó a medidas extremas para contener la transmisión.
Por eso, a Nilda Bárbara Rodríguez Castillo, presidenta de ese Consejo Popular, su experiencia de 28 años en la comunidad le ha permitido saber qué puertas tocar en busca de ayuda y cómo reorganizar hacia lo interno la distribución de alimentos, en una rutina que no permite descanso y que a sus 65 años la ha puesto ante la disyuntiva de seguir a cuenta y riesgo de su salud o de irse a casa.
Es que del barrio El Anoncillo y el Callejón El Príncipe no entra ni sale nadie, mientras que en las otras cinco circunscripciones del poblado el movimiento es restringido y un miembro de la familia es el encargado de salir diariamente en busca de lo indispensable.
Habría que decir que la distribución ha sido más compleja porque los delegados de las circunscripciones han terminado en área roja o enfermos, y también las bodegas Los Pinos y San Manuel debieron cerrar sus puertas debido a su ubicación.
Mientras la mercancía era trasladada y los almacenes del Comercio y la Gastronomía surtidos, devolvía tranquilidad el hecho de que la venta de la canasta básica había avanzado desde el pasado 22 de agosto debido a la cercanía de la tormenta tropical Laura, por lo que se había superado el factor de la aglomeración.
Con un inventario en mano de cuantas personas vulnerables y necesitadas de medicamentes existen en los cinco Consultorios del Médico y Enfermera de la Familia de la zona, alrededor de 45 voluntarios y tres coches se encargan de hacer llegar las medicinas a los más vulnerables y de casa en casa llevan los alimentos.
El puesto médico recepciona información las 24 horas
Como aclara Mariela González Halles, intendente del municipio de Majagua, la principal dificultad radica en que, aun cuando se dispone de suministros, estos han llegado de a poco y ha sido necesario distribuir una y otra vez, en lugar de hacerlo con un volumen suficiente para varios días.
Con cinco equipos básicos de salud y movilizados se lleva a cabo la pesquisa diaria que busca identificar cualquier síntoma respiratorio, mientras que otro equipo liderado por German Pérez Sosa, subdirector de Asistencia Médica en el territorio, permanece en la barrera.
Cierto es que nadie cruza la línea que delimita la cuarentena y a las autoridades les ha tocado mirar desde lejos el movimiento del pueblo y confiar en quienes están adentro, los carros trasbordan las mercancías, y los vecinos de los alrededores hacen las veces de estibadores, pero el camino en Orlando González será más largo porque la cuarentena continuará hasta 28 días después de la identificación del último caso positivo y, a juzgar por el número de contactos aislados y las cadenas de transmisión, seguiremos sumando.
#Ahora La comunidad Orlando González, en Majagua, desde las 11 de la mañana del día de hoy permanece en cuarentena,...
Posted by Periódico Invasor on Friday, September 4, 2020