Hospital de Ciego de Ávila: Después de la tormenta

Después de la “tormenta COVID-19” experimentada en el Hospital Provincial General Doctor Antonio Luaces Iraola, del municipio de Ciego de Ávila, todo indica que se avecina la calma, con más de 14 días sin diagnosticarse enfermos relacionados con el evento epidemiológico ocurrido en ese centro de Salud, según destacó el doctor Julio Yamel Verdecia Reyes, del grupo de apoyo y director de una institución homóloga en Holguín, el Hospital General Universitario Vladimir Ilich Lenin.

Ciego de Ávila vs. COVID19: controlar el hospital es la clave.

En un recorrido por el modificado Servicio de Terapia, Luis Vidal Santiesteban, especialista que se trasladó desde Las Tunas y está al frente de esa asistencia en el Luaces Iraola, explicó que, para lograr un solo funcionamiento y evitar los riesgos, se definió organizar, momentáneamente, un servicio multivalente.

doctor vidalVidal Santiesteban, atento a cada uno de los pacientes y al trabajo de los profesionales del servicio

“Se decidió, entonces, unir la Intermedia e Intensiva en una sala, en la que existen dos cubículos para cada Terapia y dos para que el que ingrese cumpla su aislamiento, hasta que esté el resultado del PCR”, precisó el galeno de 29 años, con un mes de intenso compromiso en Ciego de Ávila.

“Hay tres pacientes en la Intensiva y dos en la Intermedia, cifras que ofrecen una comodidad para trabajar. Todos tienen PCR negativo; incluso, con dos y tres estudios realizados.” Fuertes ventarrones de solidaridad también sacudieron el área, provenientes de las provincias de Holguín, Granma y Sancti Spíritus (cinco en total), sumados a seis residentes.

Y ese joven con dos años de graduado, que de Ciego de Ávila solo conoce el hospital, sentenció que “el primer deber es cumplir con el pueblo avileño. Vale la pena estar lejos de la familia si la función es salvar vidas y mejorar la situación epidemiológica de la provincia”.

Por otra parte, sobresalió el quehacer del Servicio de Nefrología del Luaces Iraola, sumamente sensible ante el paso del SARS-CoV-2 por la institución. Sin embargo, decisiones oportunas redujeron al mínimo los efectos del fenómeno epidemiológico.

Juan Carlos Hernández, jefe del Servicio, dijo que se decidió ingresar en el hospital a los 59 enfermos con tratamiento de hemodiálisis, para prevenir contagios con la pandemia, pues son muy vulnerables. Importante señalar que se atienden pacientes de la zona Sur del territorio avileño, o sea, de municipios fuertemente golpeados: Venezuela, Majagua, Baraguá y el cabecera.

Sin embargo, “teniendo en cuenta que la situación sanitaria de la provincia y del propio hospital ha ido mejorando, en cuanto a la transmisión de la COVID-19, ya regresaron a sus casas y comenzó a funcionar el servicio como de costumbre.

“El traslado de los pacientes desde sus residencias hacia el centro de diálisis y viceversa se realiza por Taxis Cuba. El tratamiento se efectúa tres veces por semana, con 13 máquinas Fresenius, en excelente estado. Una parte de ellos lo recibe los lunes, miércoles y viernes, y el resto martes, jueves y sábados.”

El doctor manifestó que “hubo que aislar un grupo de médicos de la sala por ser contactos de positivos, pero la asistencia no se detuvo. Se trasladaron cuatro especialistas de Sancti Spíritus, Las Tunas y Granma. Actualmente, el servicio ha retomado su completa vitalidad, con la reincorporación de los cuatro nefrólogos avileños”.

En tal sentido, Roberto Travieso Peña, jefe del Departamento de Hospitales en la Dirección Provincial de Salud de Cienfuegos, se refirió a cómo se crearon todas las condiciones, con atención epidemiológica y clínica esmeradas, y una alimentación reforzada.

“Los enfermos, durante 15 días hospitalizados y con dos PCR negativos, mantuvieron su régimen de diálisis. De las dos salas habilitadas para ellos, venían acompañados por la enfermera, se sometían a dos o tres horas de tratamiento y regresaban luego a sus camas. Se limitó el número de acompañantes, pero al que lo requería se le autorizaba.

“Disponemos de un cubículo de aislamiento para cualquier sospecha, lo que no ha ocurrido, y uno para nuevos ingresos. Se preservó la salud de los pacientes, pues la mayoría padece diabetes mellitus, hipertensión arterial, problemas con el abordaje vascular para el proceder dialítico, potasio alto, proteínas bajas, trastornos cardiovasculares, o sea, una serie de complejas comorbilidades.”

No obstante los halagüeños indicadores, Julio Yamel Verdecia Reyes, desde la dirección del hospital, insistió en que “es muy temprano para hablar de control. Hay que seguir trabajando de manera intensa y perfeccionando cada una de las medidas. No podemos cantar victoria aún. Una actitud de triunfalismo, en estos momentos, sería equivocarnos”.

Ciego de Ávila vs. COVID-19: hospital modificado.

Tan trascendental como alcanzar la calma será mantenerla, sobre la base del montón de experiencias dejadas por la tormenta. Esos pasillos prácticamente vacíos, el uso adecuado de los medios de protección, la higienización al detalle, el cumplimiento del reglamento hospitalario por profesionales de la Salud, pacientes y acompañantes, son claves para el día después del canto de victoria.

 hospitalEsta tiene que ser la instantánea del presente y la aspiración inmediata del Luaces Iraola


Comentarios  
# Zaile 13-10-2020 18:07
Tan trascendental como alcanzar la calma será mantenerla, sobre la base del montón de experiencias dejadas por la tormenta. Muy sabias estás palabras, ahora bien me preguntó si la dirección del hospital podrá en el futuro exigir a sus trabajadores que velen por la limpieza y orden en las salas principalmente geriatria que es una de las más sucias y también pacientes y acompañantes velar por k se mantenga lo alcanzado
Responder | Responder con una citación | Citar
Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar