“Facebookeando”, vi la foto de una persona sola, sentada en una silla de hierro, justo al lado de su casa zarandeada por la Tormenta Tropical Eta. Entonces, al introducirme en aquellos “brazos cruzados” a horas del paso del fenómeno hidrometeorológico, pensé: ¿qué espera para zafar esas viejas tablas, parapetar y enderezar de nuevo su domicilio?
No busco, en esta parrafada, negar las difíciles experiencias, dolores y cicatrices —en la pretensión de tener una vivienda—, sino incitar la búsqueda de habilidades que los ciudadanos debemos poseer para, al menos, no estancarnos. Creemos que, de cara a circunstancias adversas, aquello que aspiramos “se volvió imposible” y “ya no vale la pena seguir luchando”. Así, ¡jamás!
Claro, es imposible permanecer impasibles ante la crisis económica que atraviesa el país, que promueve (bajo presión) el fortalecimiento de sus recursos internos para lidiar con el desigual escenario —sanitario, económico y financiero— internacional. Somos una nación que ha establecido aptitudes para no detenerse, no así para prosperar al ritmo pretendido.
¿Cuántas vivencias duras, del día a día, nos crean dificultades, tensiones y estrés? El medicamento que no aparece, el mazo de habichuela que de 2.00 pesos pasó a costar 10.00, las tiendas en Moneda Libremente Convertible que se extienden y sus efectos sobre las demás no aparecen con la inmediatez deseada, los recursos materiales que las últimas tormentas tropicales “se tragaron”…
Siempre “se sale a flote”, comentamos una y otra vez, pero tampoco “las cosas caen del cielo”. Con visión de perfeccionamiento, se conformó recientemente en Ciego de Ávila un contingente juvenil para recorrer las calles y evaluar en los hogares nueve elementos, esenciales para la caracterización de las personas vulnerables, contempladas en la Tarea Ordenamiento.
Y comenzamos el censo del reordenamiento monetario!!!, los estudiantes y profesores de la UNICA diciendo siempre presente.#vamospormàs.
Posted by Jeidy Hernandez Perez on Friday, November 13, 2020
Se busca que no queden fuera los asistenciados, acogidos al Sistema de Atención a la Familia, ancianos solos, personas con discapacidad, madres con tres hijos o más, personas con vínculo laboral que atienden enfermos o postrados, niños con bajo peso y talla, menores con padres recluidos e individuos que viven del trabajo informal.
El Estado cubano, además, se ha propuesto la eliminación de subsidios excesivos y gratuidades indebidas, ante lo que debemos preparar un “colchón de aptitudes” con el que hacer frente a los sacrificios inevitables que esos cambios impondrán.
• Lea: Estrategia económico-social y tarea de ordenamiento sobre la mesa.
Lo sentenció el vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández: “será difícil vivir sin trabajar”. En otras palabras, se reducirán las posibilidades de tomar atajos incorrectos y hay que prepararse para alcanzar las mejores soluciones e, incluso, las menos malas.
“Subsidiar a una familia de bajos ingresos es parte de la humanidad de nuestro modelo socialista. El problema es cuando esto tiene un carácter masivo que no estimula la productividad del trabajo”, subrayó el jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge, en Mesa Redonda.
Explicó también que “lo mismo se subsidia a la persona que trabaja y aporta, que al individuo que no lo hace. ¿Es justo repartir la riqueza de esa forma en una sociedad?”. Por tanto, como hacedores conscientes de esta sociedad, sabemos que en nuestras manos no están las soluciones a todos los problemas, pero sí decimos que, ante los problemas, aportemos nuestras manos.
• Por qué eliminar los subsidios excesivos en Cuba.