Qué bueno comenzar esta semana con una respuesta, aunque solo sea en el principio de esta publicación y el final termine en pregunta. Repito, qué bueno. Se trata de la contestación a Telaraña cableada, del 2 de julio, a partir de la carta enviada por José Luis Milán Herrera.
La misiva la firman Daniel Pérez García, director general de la Empresa Eléctrica Ciego de Ávila, y Luis A. Hernández Sarí Blas, director comercial: “En la investigación se comprueba que el remitente adquirió un inmueble asociado a esa tendedera hace pocos meses, alegando la representante de dicha tendedera que en los primeros meses se le cobró el servicio, no así en estos momentos por no estar viviendo allí, corroborado en conversación telefónica con Milán Herrera que, además, expresa, al igual que otros vecinos, su interés en recibir servicio individual porque consideran no equitativo el pago de la factura colectiva.
“Se trata de una tendedera que surge ilegalmente en 2004, metrada en 2010, y que en 2018 se le realizó una toma de carga para conocer el consumo aproximado de cada casa (…).” Y alegan que ante la inconformidad planteada se volverá a realizar el procedimiento, que dependerá de la cooperación de todos los asociados en relación con la cantidad de equipos existentes en cada domicilio.
“(…) La electrificación de tendederas es una inversión aprobada en un plan por el Ministerio de Economía y Planificación, aprobada por el Consejo de Administración Municipal, quien define las prioridades, previa conciliación con la Empresa Eléctrica, que tiene la obligación de revisar el cumplimiento de los requisitos técnicos y legales para ejecutar los proyectos. Hasta el momento la tendedera en cuestión no está incluida en los planes de inversión del territorio.
“La Empresa insiste en que las tendederas son resultado de un acto de indisciplina y, para recibir un beneficio, individual el solicitante debe cumplir con requisitos técnicos y legales. (…) Por los elementos antes expuestos se considera Sin razón la reclamación y se recomienda la regulación del consumo para evitar altos importes.”
Y pudiera parecer un cambio, como se dice en el argot popular, “de palo pa’ rumba”, pero la interrogante de la que hablé en el primer párrafo no tiene nada que ver con la misiva de la Empresa Eléctrica y sí con la enviada por Pablo Ramón Chávez López, residente en la comunidad Las Palmas, en el municipio de Chambas. ¿Qué hacer?
Cuenta Chávez López: “Soy campesino cañero de la Cooperativa de Crédito y Servicios Nardelio Álvarez y le vendí 895.80 toneladas de caña de semilla a la Unidad Básica de Producción Cooperativa Las Palmas, el día 15 de julio de 2017, con un importe de 176 823.05 pesos y todavía no me han pagado. Le debo al Banco 41 000.00 pesos del crédito de la siembra mía del año 2016.
“Me he dirigido a la Agricultura, la Fiscalía, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños municipal y provincial; al Gobierno, a la empresa AzCuba Nacional y en la provincia; a la oficina de Atención a la población del Consejo de Estado, e hice una demanda a través de la Sala de lo Económico del Tribunal Provincial de Ciego de Ávila en 2018. Todavía espero respuesta, pues ningún organismo me ha dado alguna. Todos dicen que hay que pagarme, pero nadie me paga.”
Tantos reclamos llaman la atención, por ello la interrogante conclusiva: ¿Responderán ahora? Nuestro buzón espera.