Por tercera semana consecutiva, Invasor continúa la publicación sintetizada de las respuestas llegadas a nuestra Redacción, contentivas de inquietudes del pueblo que vieron la luz en el transcurso del pasado año.

Invasor continúa esta semana con la publicación sintetizada de las respuestas llegadas a nuestra Redacción, contentivas de inquietudes del pueblo que vieron la luz en el transcurso del pasado año.

Luego del análisis que las máximas autoridades de la provincia hicieran con quienes no respondieron a través de esta columna a las inquietudes del pueblo en 2021, comenzó a recibirse en la redacción un amplio número de estas.

El contenido de la nota La última estancia (Sin Rodeos, 15 de enero), fue objeto de análisis en el Consejo de Dirección Municipal de Comunales, en Ciego de Ávila, y se determinó trabajar en la solución de las irregularidades.

Frente a las viviendas 406 y 408 de la Calle Arnaldo Ramírez, entre Estrada y Caridad, persiste un hueco del que emanan las heces fecales y la orina de las viviendas.

Clara María Ruiz Sánchez lo dice sin medias tintas: “Nunca había visto tan sucia la ciudad de Ciego de Ávila” y enumera detalles de la insalubridad con los que choca en el día a día.

José Antonio González Alonso, solicita a través del grupo Seguidores del Periódico Invasor, en Facebook, se investigue qué ocurre con el cumplimiento de la programación, los días que deben poner el agua.

No sólo es la aglomeración o las fiestas a deshora en el Parque de la Ciudad de Ciego de Ávila lo que preocupa, sino también la falta de iluminación.

En más de una ocasión Sin Rodeos ha escuchado que quien construye o restaura su inmueble debe gestionar los medios necesarios para organizar el trasiego inmediato de los sobrantes.

Hasta nuestra Redacción llegó Ricardo Socorro con fotos de la destrucción que está ocurriendo hace varios meses en la calle Caridad, en el Reparto Vista Hermosa, de la capital avileña. 

Vecinos de la Calle 5ta., esquina a Eduardo Mármol, en la ciudad de Ciego de Ávila, ven cómo el agua potable sale a borbotones de un salidero que afecta el tránsito y el cruce peatonal.

Es lógico que, con varios padecimientos de por medio y 84 años de edad, a la lectora Rosa Tápanes Casanova el maltrato le multiplique el malestar.