¡Necesitamos un barrendero!

A la calle Pasaje J, entre 3 y 4, en el reparto Vista Alegre, de la ciudad de Ciego de Ávila, hace mucho tiempo no le asignan un barrendero. Asegura la vecina de la casa No. 402, Griselda Sánchez Rosa, que “(…) hasta hierba crece en los badenes por la acumulación de tierra y otros desechos. Los vecinos los limpiamos regularmente, pero sabemos que eso le corresponde a Comunales. ¿Es o no?”. (ROBERTO CARLOS)

Exclusividad de Palmares

Sorpresa. ¿Sorpresa? Si usted no tiene tarjeta no puede comprar nada en La Espada, a menos que no haya corriente, porque solo un apagón le permite aceptar efectivo a esa entidad de Palmares, en la ciudad de Ciego de Ávila. Debe ser uno de los pocos lugares a los que les “conviene” la falta de fluido, pues desde que llegó la indicación de vender “solo por tarjeta”, allí están casi siempre solo sus trabajadores. (KATIA)

Parque decorativo

Ni los pequeños… ni los grandes entienden el absurdo del parque La Chatarrita, situado en calle 4, esquina a Avenida de los Deportes, que fue inaugurado (y hasta visitado por el Presidente de la República) y que nunca jamás ha abierto sus puertas, dicen, que por motivos “de seguridad”, pues los cables de la electricidad le pasan justo encima. Pero lo que no es justo es que los niños vean el parque de diversiones vacío y deban entender que es pura decoración en la capital provincial. (SIBERIA)

Frenos a la desidia

Al menos en la capital provincial suelen apreciarse tramos de vías en los que el ganado caballar deja constancia de sus heces y no precisamente por la inconsciencia de los cuadrúpedos. Lo cierto es que se ha hecho habitual el mal empleo o la ausencia de los colectores que en coches y carretones demandan las más elementales normas de higiene. Cuando aprecio situaciones como esta, me pregunto si el rigor y el respeto presiden el actuar de los propietarios de estos medios y el de quienes deben ponerles frenos. (FILIBERTO)