¿Cómo se implementa la nómina electrónica en Ciego de Ávila?

Después de que Invasor anunciara el inicio del pago a los jubilados a través de la nómina electrónica el pasado 17 de agosto, su ejecución en las sucursales de los bancos Popular de Ahorro (BPA) y de Crédito y Comercio (BANDEC), así como en las casas de cambio (CADECA) y la Empresa de Correos de Cuba, ha tenido lugar sin muchos tropiezos en Ciego de Ávila, aunque pequeñas piedras en el camino siempre existen cuando algo constituye novedad.

• Lea la nota: Nómina electrónica para jubilados desde este lunes.

Según los números que registra la filial provincial del Instituto Nacional de Seguridad Social (INASS), más de 38 000 personas migraron de la obsoleta chequera al nuevo servicio digitalizado en el territorio avileño, saldo significativo para Tomás Companioni Quintero, director de la entidad, quien valora de positiva la experiencia, a pesar de ciertas dificultades en términos de informatización generadas durante estos días.

Sin embargo, uno de nuestros lectores se acercó a esta periodista para llamarle la atención sobre algunas incongruencias en el servicio. Manifestaba el avileño que, al llegar al banco correspondiente para realizar el cobro, su nombre no aparecía en la nómina de la institución y, sin más ni menos, lo remitieron a la sede del INASS municipal, donde le esclarecerían en qué sucursal podría completar la acción.

Pero, con similar inquietud debió salir de la entidad antes mencionada, en la que tampoco encontraron respuesta a su pregunta. Decidió regresar al banco y, al ser atendido por otra trabajadora, logró poner fin a su trámite bajo la aclaración de que ese no era el lugar en el que debía recibir el dinero, no obstante, se lo entregarían; también le indicaron dónde recibiría la pensión a partir del siguiente mes.

El anciano se preguntaba si no existía la posibilidad de que el propio banco contactara con el INASS municipal, para evitar el traslado de adultos mayores y personas vulnerables hasta allá. Invasor le responde.

El procedimiento en las sucursales del BPA es tan simple como hacer una llamada al departamento de Banca Personal, donde se registra la nómina con el nombre de todos los pensionados de la provincia pertenecientes a esa institución financiera.

“Puede ocurrir que en esa nómina tampoco estén los datos de la persona, entonces, contactamos con el INASS provincial porque pudieran estar contemplados dentro de la nómina de BANDEC, por ejemplo, y es el Instituto quien lleva esos datos”, dice Yaima Rodríguez Beracierto, jefa de Banca Personal.

Además, “hay personas que aparecen con errores en algún número del carné de identidad”, comenta Isabel Cristina Ventura Martín, subdirectora comercial del BPA, “pero, hacemos lo posible con tal de evitar la pérdida del tiempo de los ancianos. Por ejemplo, en los siete días mensuales destinados al pago de los jubilados, los cinco grupos tienen prioridad toda la mañana hasta las 12:00 del mediodía”, concluye.

Al poseer una nómina electrónica nacional, BANDEC facilita a sus usuarios hacer efectivo el cobro desde cualquier lugar del país, nos explica Vlamir Rodríguez Fernández, jefe del departamento de Banca Electrónica, y, aunque los pensionados estén registrados en determinada sucursal, reciben igual servicio tanto en las 12 del territorio como fuera de ellas.

Tal vez el caso de nuestro lector fue uno entre 1 000 personas, pero sucedió y pudo evitarse con una llamada telefónica o mayor gestión por parte de los trabajadores del banco. Recordemos que la política cubana se posiciona en contra del criticado “peloteo”, sobre todo hacia personas de la tercera edad que trabajaron por muchos años y ahora merecen ser remuneradas.

La mayor preocupación por parte del BPA, BANDEC, el INASS provincial y los jubilados pudiera ser cómo se efectuará el pago para el próximo mes en medio de la complicada situación epidemiológica que enfrenta la ciudad capital y la imposibilidad de los adultos mayores de acudir a las sucursales, por representar sectores de alto riesgo dentro de la sociedad.

Companioni Quintero cree que el cobro a través de una segunda persona por medio de la providencia, documento oficial para acreditar a quien recibe el dinero en lugar del jubilado, pudiera ser una alternativa. No obstante, se evalúan otras opciones con vistas a garantizar la salud de nuestros abuelos, a las cuales Invasor dará seguimiento y publicará más adelante.


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