Comparar el noveno mes, de un año a otro, sería engañoso. Hay contextos que vaticinan una mejoría ahora, incluso con 12 veces más casos que en igual período de 2020
Hace exactamente un año escribía algo así como “adiós septiembre… y no vuelvas más”. Terminaba el peor mes de 2020 en la pelea sin precedentes de una provincia contra una pandemia.
Con 491 casos positivos y 14 fallecidos, el noveno mes del año nos había golpeado con contundencia, al mentón. Aprovechamos el conteo de protección y cerramos filas; no ganamos, pero no perdimos. Si lo miramos con los ojos de hoy, en septiembre de 2020 nos salvamos, aunque parecía que no.
Lo que vino después nadie lo pronosticó. En octubre de 2020 en la India se registraron los primeros casos de enfermos con una nueva variante, la Delta, una de las tantas mutaciones de la cepa original. Para junio de este año ya estaba aquí y ni siquiera entonces adivinamos: de 2 710 casos ese mes pasamos a 16 129 en julio y a 21 599 en agosto. Hagamos las cuentas y temblemos otra vez.
Por eso este septiembre que recién termina con 6 009 diagnosticados nos parece, incluso, amable. Claro, no lo fue. Se llevó por delante 86 vidas, no hay cómo agradecerle.
Sin embargo, a la altura del día 556 de enfrentamiento, Ciego de Ávila por fin parece que saldrá adelante. Lo dicen los porcientos de efectividad de la vacunación en los dos municipios más poblados; lo dicen la incidencia diaria y acumulada, en franca disminución; lo dicen las escuelas a punto de abrir sus aulas. Lo que pasa es que después de tanto, el miedo a quedarnos sin aire ha mutado también, y ahora es el miedo a retomar el curso ¿normal? de nuestras vidas.
Septiembre marcó la tendencia al descenso y cerró sin dejar dudas. En 30 días no hubo una jornada con más de 379 casos, mientras el promedio diario fue de 200, tres veces menos que en agosto y dos menos que en julio. La última semana va siendo la de mejores guarismos desde mediados de año: 686 nuevos positivos, promedio diario de 98. Una dice mejores y todavía sabe amargo.
Esas cifras descansan en una disminución de la positividad, que se ha mantenido muy cerca de los índices considerados como de control por las autoridades sanitarias nacionales e internacionales. Todo apunta a que la circulación del virus ha decrecido, aun cuando no de igual manera en todos los municipios. Para demostrar esto que digo tomemos como ejemplo el resultado de los PCR-RT realizados al cierre del miércoles. De 663 contactos analizados, solo 31 estaban contagiados, apenas el 4,6 por ciento; mientras que entre 40 personas que viajarán al extranjero una estaba contagiada.
Esto podría sugerir que, incluso en una pequeñísima escala como la citada muestra, Delta no está haciendo los estragos para los que tiene potencial, porque en el escenario provincial hay una nueva variable que es la vacunación. Estamos hablando de un grupo de 703 personas asintomáticas (posiblemente vacunadas) que fueron analizadas y no sobrepasaron el 4,5 por ciento de contagios. Entre quienes sí mostraron síntomas la proporción aumentó hasta un 37 por ciento, razón de más para no demorar en acudir al médico.
No es tiempo de cantar victoria, pero tampoco de continuar encerrados en un caparazón que demostró ser poroso y que, al menos a casi 50 000 avileños, no logró mantenerlos a salvo de la COVID-19. Hay que levantarse por sobre el dolor y la pérdida, y, en honor a quienes no llegaron a octubre de 2021, seguir conjurando la vida.
						
												
						
      
      
    
Pudieras ser tan amable de decirlo ?
Gracias.
Ahh en el mundo MUNDIAL está cifra la de la incidencia acumulada es la que se toma en cuenta para las medidas sanitarias a tomar.
Brmh