Variantes en Morón para evitar pérdidas de leche

Septiembre parecía un mes de lujo para la producción de leche en Morón. En los primeros 10 días la unidad empresarial de base (UEB) de la empresa láctea en ese terruño acopiaba 36 000 litros por jornada.

Con cierta nostalgia, Julio Alain Montero Cerezo, administrador de la UEB número Dos, más conocida como Combinado Lácteo de Morón, recuerda que tenían concebida la entrega de leche por yogur de soya para los menores entre siete y 13 años de edad.

El panorama cambió de forma radical a raíz de las medidas urgentes debido al recrudecimiento del bloqueo, que repercute en la poca entrada de combustible al país.

"¿Desánimo en la tropa?: De eso nada", afirma Orlando Morgado Mayo, jefe de la brigada productora de queso nacional.

"Ahora trabajamos bajo condiciones anormales, pero con el fin de que no se pierda nada, sobre todo, por la falta de frío y de combustible. Nuestras calderas consumen hasta 300 litros diarios."

Las dificultades con la llegada del blanco líquido a las entidades procesadoras de la provincia implican algunos cambios, entre ellos, indicarles a los campesinos de las zonas más apartadas la entrega directa a las bodegas, y el sobrante que no es posible recoger, venderlo a la población en unidades de Comercio, al precio de 5.00 pesos, y otra parte hacerla queso.

En diálogos previos con campesinos conocimos que no todos cuentan con las condiciones idóneas para hacer queso, al igual que en algunas bodegas faltan envases adecuados para recibirlo, aspectos en los cuales deben hacer sus reajustes, tanto los productores como los responsables de la comercialización.

Por las restricciones de combustible fue necesario reajustar las siete rutas existentes en Morón. Según Montero, solo dejaron activos cuatro recorridos, vitales para recoger en el municipio de Bolivia, más el excedente de Florencia y Chambas, equivalente a 20 000 litros diarios.

Carro de lecheImagen captada con premura: el trabajador exigió rapidez para no perder el frío de la cámara

Con ese recurso, en el Lácteo del norte de la provincia continuó la elaboración de queso para el Turismo y la venta en moneda nacional, más el yogur natural destinado al consumo social y el acopio de materias primas con miras a otros procesamientos.

Las medidas para ahorrar combustible tienen otras aristas de interés, por ejemplo, en la producción de helados, la cual se mantiene, ya que la fábrica moronense labora con energía eléctrica.

"Esa línea sigue activa pero sin afectar el horario pico. Empezamos a las 5:00 de la madrugada y terminamos a las 11:00 del día", señala el administrador de la UEB, quien al referirse al destino del apetecido alimento refiere que una parte va al Turismo, otra al Coppelia, en la Ciudad del Gallo, y a los municipios cercanos, en dependencia de las posibilidades de transportarlo.

Con respecto al queso, no llega a diario. Los productores almacenan cierta cantidad y hacen entregas cada cierto tiempo, en dependencia del volumen con que cuenten.

Orlando Morgado dice que tras la implantación de las medidas para ahorrar combustible, al sumar lo recibido, tenían un promedio de media tonelada diaria acopiada. Con celeridad transformaron parte del producto en queso fundido apto para el consumo en las unidades de Comercio.

"Hoy la pasterización de la leche nos resulta costosa y compite contra el gasto de petróleo", afirma el experimentado técnico, pero no se le ve el desespero, al contrario, su rostro denota optimismo.

"El problema radica en resolver. Si fuera necesario usar leña como combustible lo haremos", expresa Morgado, quien vive el orgullo, como la mayoría de sus colegas, de trabajar en beneficio del pueblo, con énfasis en sectores que más requieren de esos alimentos: niños, adultos mayores, embarazadas, pacientes con dietas médicas y enfermos.


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