La consolidación de la tranquilidad ciudadana y la continuidad en el enfrentamiento a la pandemia fueron temas evaluados este jueves en Ciego de Ávila por Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República de Cuba.
En diálogo con productores y representantes de las principales entidades agropecuarias del territorio, el también miembro del Buró Político del Partido, aseveró que los recientes hechos que afectaron al país forman parte de la guerra no convencional, que conlleva otras variantes para las que es preciso estar preparados.
Una de las aristas aprovechadas por los instigadores de los hechos vandálicos y las indisciplinas radica en el desabastecimiento de medicinas y alimentos, lo cual demanda mayores exigencias a los encargados de generar en nuestras tierras recursos que palien las carencias.
Para las autoridades cubanas está claro que la provincia enfrenta una etapa muy difícil por el incremento de casos con la COVID-19, razón por la que el dirigente y los funcionarios que lo acompañan expresaron la voluntad de apoyar la situación sanitaria para salir de este difícil momento.
Al mismo tiempo, resulta evidente que el territorio debe proseguir su actividad productiva en el campo, con énfasis en el programa de siembra de primavera, que hasta el momento se incumple, y requiere de un impulso en agosto por lo que representa para los venideros meses.
Del diálogo con productores de varios municipios trascendió la voluntad de estos para seguir pegados al surco, a pesar de los contratiempos. Se expusieron, además, criterios del trabajo en diversos lugares, como las empresas Agropecuaria La Cuba e Integral Agropecuaria de Ciego de Ávila, que apelan por el riego por goteo con buenos resultados.
Se destacó la fortaleza que representan las minindustrias enclavadas en varios municipios y los proyectos que se desarrollan a su alrededor, como lo ejemplifica el campesino Martín Alonso Gómez, integrado al fomento de árboles frutales que abarcan 200 hectáreas en Majagua y 300 en Ciro Redondo, de las que emergerá la materia prima a procesar con destino a la población y al turismo.
Sobre el cumplimiento de los planes de siembra, Valdés Mesa insistió en la importancia de lograrlos por lo que ello representa para la credibilidad en la empresa socialista, y alertó que debe estimularse a las familias para que siembren o críen animales en sus patios.
“El Estado no va a dejar de seguir gestionando productos, pero hay que producir, sobre todo en las comunidades rurales”, afirmó el Vicepresidente cubano, quien se refirió también a la soberanía alimentaria que deben alcanzar los municipios y a la estrategia para ganar en calidad de vida en el campo con el fin de estabilizar la fuerza de trabajo.
Ydael Pérez Brito, ministro de la Agricultura, valoró las potencialidades productivas de Ciego de Ávila, donde hay cultura agrícola, agua, buenas tierras, y existen potencialidades para obtener mayores dividendos a partir del esfuerzo de los productores.
El dirigente esbozó la idea de que la rama porcina es una de las que requieren modificaciones en la forma de actuar, pues quienes se vinculan a ella están prácticamente obligados a sembrar alimentos para sus animales.
“La respuesta de los productores es la vía que ellos tienen para defender la Revolución, porque su trabajo contribuye a satisfacer necesidades”, afirmó José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido.
Durante su intervención recordó las directivas del VIII Congreso del Partido referidas a la producción de alimentos, que se basan en una mejor utilización de los recursos y con la mayor rapidez posible.
El dirigente criticó que todavía existe en varios lugares desconocimiento de las 63 medidas recientes para estimular el desarrollo agropecuario, de ahí la urgencia de que los relacionados con esta rama interioricen y dominen lo dispuesto.