A Humberto todavía no le baja la fiebre

Aunque en el 2017 estuvo mal de salud, su recuperación ha sido magnífica, y lo demuestra en sus andares para que el deporte y la recreación se extiendan a las comunidades de Ciego de Ávila.

humbertoAlejandro GarcíaOrtega Enríquez aguarda porque, cuando las condiciones lo permitan, estas escenas vuelvanLas altas temperaturas en el cuerpo, como respuesta a determinada infección, constituyen peligros que asedian en todas las épocas, salvo excepciones, como las que mantienen a punto las venas de Humberto Ortega Enríquez.

Siente que a los ocho años, cuando empezó a practicar judo en la ciudad de Ciego de Ávila, a la vista del fallecido profesor Miguelito Rodríguez Dapía, le entró la “fiebre” que contagió a muchos de sus contemporáneos, vinculados a los deportes de combate.

Amor a la competencia y placer por el ejercicio físico marcaron una generación que condujo al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación a un desarrollo pleno, con multitud de campeones y logros en escuelas, centros de trabajo, barrios, bateyes… 

Humberto intentó llegar a lo máximo sobre el tatami, pero, por diversas causas, no sucedió. En cambio, practicó béisbol durante la secundaria, y al terminar ese período estaba apto en lo físico y lo intelectual para formarse en la Escuela de Profesores de Educación Física Manuel Fajardo, en Camagüey.

El judo lo volvió a recibir durante su estancia en el plantel agramontino, e incluso, logró preseas de bronce en los Juegos Nacionales de esas instituciones docentes durante los años 1980 y 1981, cuando lidiaba en la división de 60 kilogramos.

Contundentes triunfos

Si las bases del olimpismo se encaminan a formar a personas con mentes y cuerpos sanos, el propósito logra su cometido en Ortega Enríquez.

No fue un atleta de renombre, pero, por dondequiera que estuvo, la actividad deportiva avanzó. Sus andanzas docentes y de apoyo a las competencias comenzaron a mediados de los `80 del pasado siglo en la Escuela Especial Mariana Grajales, de Baraguá, luego en la Secundaria Básica en el Campo Francisco Borrero Lavadí (Ceballos 9) y el Instituto Preuniversitario Mayor General Manuel Suárez Delgado (Ceballos 7).

Quienes vivimos esa época recordamos con añoranza los Juegos Integrales, en los que fue organizador y guía, mientras sus alumnos de Ceballos 9 le alegran sus memorias con los triunfos durante ocho años consecutivos en aquella pequeña olimpiada avileña.

Por sus méritos como directivo le llegó una nueva encomienda: dirigir la Academia Provincial de Boxeo a partir de 1998, reto difícil, pero aceptado. De hecho, Ciego de Ávila logró ascensos hasta el sexto lugar en el Torneo nacional por equipos, gracias a la labor combinada en la base y a la fuerza de púgiles como Eduardo Aces, Noel Pérez Bio y Aníbal Rodríguez, exintegrantes de la preselección del llamado buque insignia del deporte cubano.

Con el nuevo milenio le surgió otra novedad profesional. Le dieron “las riendas” del Departamento de Recreación en el municipio cabecera, territorio donde el trabajo fue acertado, al punto de ubicarse tercero del país en esa rama.

juego La dinámica de un profesor de deportes es muy amplia y lo ratifica la carrera de Humberto, llamado a una misión internacionalista en Venezuela en el año 2007. Sus experiencias se esparcieron por el estado de Apure, lugar al que le debe enseñanzas, pues allá terminó su Maestría sobre Actividad Física Comunitaria.

Concluida su estancia en tierras bolivarianas, asumió responsabilidades en las direcciones de Deportes en Ciego de Ávila, tanto en el municipio como en la provincia, faenas que solo tuvieron un contratiempo de salud en 2017, cuando un tumor amenazó su vida, pero los médicos lo salvaron.

Habla de los galenos con devoción. En definitiva, los siente como familiares cercanos que le prolongan la existencia y, tras esa nueva oportunidad, experimenta una agradable sensación, parecida a los días de su niñez, cuando ascendía al tatami.

La diferencia es que ahora no se trata de combatir cuerpo a cuerpo, sino de luchar para que la recreación física llegue a la mayor cantidad de comunidades, sobre todo, las más alejadas, las que más lo necesitan.

En ese propósito trabaja con su gente, siempre que las circunstancias lo permiten. El éxito más reciente les llegó el pasado verano, cuando Ciego de Ávila sobresalió entre las mejores provincias.

Los meses de julio y agosto fueron exitosos para la Recreación en Ciego de Ávila.

Hoy la pandemia tiene en pausa al movimiento deportivo cubano, salvo raras excepciones, pero ello no significa inmovilidad. El profesor sabe que es el momento de estudiar, de transmitir enseñanzas a los noveles bajo su mando e irradiarles valores.

De paso, su “tropa” se adentra en las comunidades para ayudar a quienes más lo necesitan, estimula la práctica de juegos recreativos en las casas, fomenta concursos de pintura, sanabandas desde los balcones de los edificios en varios terruños, y apoya a los consejos de Defensa municipales a raíz de la situación epidemiológica que enfrentamos. Justo ahí está el mérito del personal vinculado al deporte en su tarea más sagrada: diseminar una fiebre de buenas prácticas, capaz de dar salud y calidad a la vida.


Comentarios  
# Gustavo Diez 21-02-2021 16:42
Saludos estimado amigo, muchos exitos en su labor cotidiana, un abrazo
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