Este domingo, 24 de febrero, devino jornada para definir el futuro de Cuba. Los avileños lo saben y, sin perder los hábitos del domingo, acudieron mayoritariamente a las urnas para refrendar la nueva Carta Magna, luego de un proceso de profundas raíces democráticas.
Votar por la nueva Constitución se hace apenas en un segundo, pero representa mucho para Cuba. Pudiera decirse más, que lo define todo para este verde caimán antillano. Las razones están a la vista: se trata de un ejercicio democrático de gran magnitud, quizás el más complejo en lo que va de siglo.
Y con la nueva ley de leyes las transformaciones que, para bien, necesita nuestra nación, tendrán una guía dotada de mayor precisión, inclusiva, enemiga de las discriminaciones, aferrada por completo a palabras claves: justicia, legalidad, soberanía, firmeza, solidaridad y, sobre todo, el amor que tanto necesita la humanidad.
La juventud, garantía de la continuidad
Cada colegio cuenta con su lista de votantes
En Ciro Redondo, Clara Opizo Ruiz, primera cubana que condujo una combinada cañera, dio el Sí por Cuba
Alguna vez este joven custodió las urnas, ahora le toca decidir con su voto
Un voto por el futuro de Cuba
Félix Duarte Ortega en visita a uno de los colegios especiales de la provincia en el hospital moronense Roberto Rodríguez
Los niños matizan la jornada con su saludo pioneril y una frase: ¡Votó!
Saludo recíproco
Los niños, fieles animadores de los procesos electorales en Cuba