En Ceballos, del consultorio a la pesquisa (y viceversa)

A la doctora Odalys Cubero Pino los 30 años de trabajo en el Consultorio número 1 del Consejo Popular de Ceballos le permiten afirmar con certeza que conoce a toda la población que atiende en esta porción del municipio de Ciego de Ávila. Y eso, por estas fechas, es una ventaja para nada despreciable.

Ese dominio facilita muchísimo el orientar a los 26 pesquisadores que allí laboran, para dirigirlos exactamente a los más vulnerables, tal vez para corregir algún dato que se les vaya y, sobre todo, para seguir sumándole puntos a la pesquisa y sus resultados.

Lo afirma categóricamente: es una medida muy importante. Precisamente en Ceballos quedó demostrado, pues en esa localidad avileña se detectó el primer caso de COVID-19 en la provincia en marzo pasado y se hizo a través del pesquisaje.

Invasor ha mostrado evidencias de la vitalidad del pesquisaje en el proceso de detección de la enfermedad

Con este antecedente las alarmas se encendieron en toda la localidad y la labor en el terreno se ha intensificado, cuenta Odalys.

“La población a abarcar es de 1 459 personas y se llega al ciento por ciento de ella cada tres días con el personal de salud: cuatro estudiantes de medicina y tres técnicos de Estomatología. También están en estas funciones trabajadores de Cítricos que fueron debidamente capacitados en el área acerca de lo que deben hacer y las medidas de protección a tomar.”

Ahora las jornadas de todos ellos son del consultorio a las calles, en las mañanas y las tardes, para revisitar los lugares cerrados. Mientras, ella procesa toda la información que recibe para entregar el parte diario en el departamento de asistencia médica del policlínico.

Ya los días no se distinguen entre sí. Un domingo puede parecer martes y un sábado, jueves. No hay descanso.

“Cada vez que se detecta a alguien con síntomas respiratorios lo visitamos para realizar la evaluación, puede ser remitido o mantenerse con tratamiento en el hogar, de acuerdo con las condiciones.”

La especialista en Medicina General Integral muestra a Invasor la “sábana” con todos los datos que se recogen: edad, sexo, grupos vulnerables, patologías…

“Todo eso se computariza y se lleva un registro detallado.”

Con cierto alivio dice que en su área no ha presentado casos sospechosos ni confirmados; aunque, sabe que eso no impide que en algún momento aparezcan y no puede haber descuidos.

El uso del pesquisador virtual no ha sido tampoco muy extensivo allí. No obstante, tienen claros los protocolos a seguir cuando se haga.

La atención a las embarazadas y lactantes como parte del seguimiento del Programa Materno Infantil (PAMI) no ha tenido variaciones. Se mantiene el esquema de vacunación que lleva la enfermera del consultorio, las visitas a los hogares, las coordinaciones para los análisis que requieran ir a la cabecera provincial.

Para la doctora Odalys y quienes con ella trabajan las rutinas han variado desde hace unos meses, como para casi todos en Cuba. Pero esto ha sido solo una modificación en los quehaceres, porque la misión de velar por la salud y salvar vidas sigue intacta.


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