A dos meses de que los tres primeros casos introdujeran la epidemia del nuevo coronavirus en Cuba, trayectorias similares de su curso en otros países nos dejan una lección inquietante: justo al día 60 las curvas que habían venido descendiendo, comienzan a remontarse.
No obstante, la mejor noticia es que esa no es una “línea del tiempo” a la que insoslayablemente se ascienda después de sesenta días. Las explicaciones más lógicas están asociadas a que con el descenso de casos haya descendido, en paralelo, la curva de restricciones.
Si bien un amplio reportaje del New York Time comparaba la situación en varios países y dejaba entrever que variables que explicaban en una nación el aumento, en otras (esa misma variable) no lo justificaban, las coincidencias, en su mayoría, apuntan al distanciamiento y a la velocidad de respuesta de los gobiernos.
Incluso en el índice de rigurosidad de esa respuesta, avalado y evaluado por la Universidad de Oxford, Cuba se sitúa cerca de Irak; un país que fue mostrado hoy en la conferencia de prensa, por la similitud de su comportamiento, respecto a nuestra Isla.
Mientras Cuba ostenta un 83,07 en ese índice, Irak aparece con un 85,59, por lo que la gráfica también nos dice que ante evaluaciones o medidas similares, no siempre se desencadenan resultados idénticos.No obstante, lo más seguro hasta el momento sigue siendo quedarse en casa; la medida mejor probada para frenar el aumento de casos.
En Cuba tales retricciones —amén de que las personas siguen exponiéndose en colas que no siempre respetan el distanciamiento—, han derivado que desde hace nueve días el número de casos es menor que 38. En consecuencia, las altas de esas nueve jornadas los superan con amplitud, lo que habla, asimismo, de la pertinencia del tratamiento empleado.
Desde otras realidades, la situación muestra otro contexto y hace unos días un microbiólogo cubano, residente en Brasil, nos lo hacía notar con una de sus comparaciones, a partir del seguimiento constante que ha hecho de la epidemia en la región.
Brasil y México aumentan los casos y, al mismo tiempo, testean muy poco, decía.
La gestión de los gobiernos , sin dudas, ha sido decisiva para enfrentar el nuevo coronavirus y a Cuba solo le viene faltando que los ciudadanos respeten a cabalidad cada indicación. Aun sin hacerlo del todo, hemos estado por debajo del escenario más favorable. Aunque este sábado el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, del Ministerio de Salud Pública, lo dejaba claro: favorable no es sinónimo de tranquilidad.
Algunos ejemplos en el mundo están hoy dándole la razón. Si navega este sitio e introduce nombre de países para visualizar su curva de casos y compararlos con Cuba, podrá notarlo.
• Consulte aquí el parte del MINSAP de este lunes, 11 de mayo.