Esta historia comenzó hace un año. Sus protagonistas torcieron la ruta positiva que les daba la misión de cuidar bienes del pueblo y se aventuraron al robo de materiales destinados a la construcción del parque fotovoltaico que se construye en Morón.
Datos obtenidos en la Fiscalía Provincial de Ciego de Ávila refieren que, a finales de marzo de 2018, se recibió una denuncia por el delito de hurto contra ciudadanos que cumplían funciones de agentes de seguridad y protección en el almacén de la Empresa Eléctrica del norteño municipio.
La acusación se basaba en la apropiación indebida de 100 vigas metálicas importadas, de 5,60 metros cada una, y 15 cabillas (3/8) de nueve metros de largo, que debían emplearse en la edificación del parque para generar electricidad a partir de la energía solar.
Poco después de iniciadas las investigaciones, fueron recuperadas 70 vigas que habían sido vendidas a un ciudadano por el precio de 600.00 pesos cada una. Esta persona reconoció a dos de los acusados.
Karel Roberto Alonso Rodríguez, fiscal jefe del Departamento de Procesos Penales en la Fiscalía Provincial, informó que, por el impacto negativo de estos hechos contra la economía y el bienestar del pueblo, se le dio prioridad al caso, de acuerdo con lo estipulado en la Resolución 25, del año 2010, del Fiscal General de la República de Cuba, referida a los daños a las nuevas tecnologías.
Ante la presunta certeza de los hechos, los acusados recibieron la medida cautelar de prisión provisional hasta el momento del juicio, en el cual se dictaminó la culpabilidad de dos custodios, sancionados a dos años y ocho meses de privación de libertad, subsidiado por igual período de trabajo correccional sin internamiento, más 300 cuotas de 3.00 pesos cada una.
En cuanto al receptador, el castigo fue mayor: tres años de privación de libertad, subsidiado por trabajo correccional sin internamiento, junto al pago de 300 cuotas de 2.00 pesos cada una.
Más allá de la sanción, los hechos indican que el proceso de control en las entidades debe ser continuo con respecto a su personal y el cuidado estricto de cada recurso. En este caso, las vigas sustraídas no se fabrican en Cuba, lo cual retarda la terminación del parque solar e implica afectaciones económicas adicionales para el país.
Situaciones similares a esta existen en todas partes del mundo, no solo en Cuba.
Aquí se habla de hechos donde evidentemente la culpa es de los ciudadanos involucrados.
Ahora, sí pudiera resultar de ayuda que materiales como estos, estuvieran disponibles al alcance del ciudadano común, y al que le hiciera falta, pueda ir a la tienda y comprarlo. (favor de revisar los precios también).
No digo que la disponibilidad de productos erradique el problema del hurto y eso, pero sí creo que lo reduce al menos. En ese aspecto quizás el Estado sí pudiera incidir un poquito más.