Un cordón invisible tiene cercada a toda la provincia de Ciego de Ávila, como el castigo que nos ponen de niños para intentar enmendar lo que se hizo mal. Hay quienes ven al cordón como un escarmiento tardío que debió ponerse hace mucho tiempo; para otros es el símbolo del mal rato que vivimos los avileños desde que la provincia retrocediera a la Fase de Transmisión Autóctona Limitada.
Invasor lleva casi un año descifrando ese cordón en busca de historias y siempre se ha encontrado con los mismos tipos de personas: los que temen a la COVID-19, pero se quedan en casa; los que salen a las calles a abastecer sus hogares de alimentos, medicinas o a realizar algún trámite aunque, de igual manera, también se cuidan; y los temerarios, esos que salen a darle el pecho a la situación con la nariz fuera del nasobuco, sin evitar tumultos y ponen su vida a probar equilibrio sobre una cuerda floja.
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Pero, como no se trata de un circo y sí de un ciclo que debemos cerrar de una vez y por todas, hay quienes han hecho conciencia con los regaños del Doctor Francisco Durán; con las palabras de la periodista que, día a día, le recuerda cómo los picos de contagios ascienden en lugar de aplanarse; y con la labor de las fuerzas del orden público, que no descansan, como tampoco lo hacen nuestros médicos.
Por estos días, Ciego de Ávila no se pinta tan agitada, sin embargo, algunas de estas fotos nos demuestran lo contrario.
Los deseos de tomarse un helado se han pospuesto
En la terminal de ómnibus ha disminuido el flujo de personas
Lo mismo sucede en el Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola
Evitar aglomeraciones en espacios donde confluye la población para realizar trámites es una de las exigencias
Diariamente, servicios indispensables como el gas licuado generan concentración de avileños
Apertrechar los hogares de alimentos no implica poner en juego la vida
Por saciar ciertos vicios, hay quienes prefieren arriesgarse
En el reparto Ortiz, de la ciudad capital, la afluencia de personas ha disminuido notablemente
Al paralizarse los servicios de transporte, la terminal de ferrocarriles luce casi desierta
Una zona muy concurrida pasó a ser un espacio de silencio
Las instituciones bancarias regulan la presencia de clientes fuera de sus locales