Para eso que dice la canción, para pintar la vida y el alma. De vez en vez nos hace falta a nosotros, con años de más ya, cuando olvidamos las cosas realmente importantes, cuando andamos demasiado serios, cuando nos llenamos de carga negativa y se nos nubla la razón.
Necesitamos ayuda a cada rato. Que ellos, no príncipes, solo niños de nuestras vidas, nos den lecciones de cómo enfrentarla, nos recuerden esos años de inocencia feliz y nos hagan mirar con el prisma lúcido con que hacen del mundo un rincón más agradable.
La ecuación la convierten en simple. No porque siempre lo sea, obviamente, pero la candidez es un método útil a cada rato.
Para ellas y ellos por mañana tercer domingo, y por todos los días en que están.
Posted by Lis Lpc on Saturday, July 20, 2019
A ellos les basta, por ejemplo, con cambiar sus lápices de colores en el aula para hacerle un dibujo a la muchacha desconocida que llega a interrumpir a su profe. Y con trazos, después de mucho pensar, le ponen matices al papel en blanco; quieren que les quede “lindo” y por eso demoran el momento; por eso y por el alboroto que de pronto se ha formado entre cuatro paredes.
La muchacha, a quien interrogan para saber si es su maestra de Artes Plásticas, fue a trastrocarles la mañana con una propuesta para que usaran su imaginación y ella tuviera un poco de ayuda para su tesis.
Fueron par de horas de alegría, de convertirse en su cómplice de turno robado. Salió de allí con un file lleno de hojas que eran, sobre todo, parte de sus vidas y, además, con origamis que le hicieron, pidiendo solo a cambio que volviera pronto para ayudarla con otra pintura.
La muchacha tuvo, también como regalo, la sonrisa que solo los niños saben dejar como huella. Le dio vueltas a todo el asunto de que se debe aprender más de sus enseñanzas y dejarlos ser mentores.
Y, aunque la muchacha no es madre todavía y cree que le falta bastante, sabe, por historias, por vivencias cercanas, lo que representa esa responsabilidad. Está lejos, por tanto, de vivir esas experiencias en las que se llega al desespero con llantos y perretas, y quizá por eso aún es un poco soñadora y cree en lo bueno de seguirles el ejemplo y no olvidar todo lo que tienen para dar con sus lecciones cotidianas.
Hoy se celebra el día de los niños .Martí dijo que los niños nacen para ser felices, son la esperanza del mundo. En Cuba esto se hace realidad todos los días, porque se respetan sus derechos y desde el embarazo se cuida a la madre para que nazcan sanos.
— Ena Elsa Velázquez Cobiella (@elsa_ena) July 21, 2019
Lo que la muchacha sí tiene seguro es que este tercer domingo de julio lleva el sello de la perspicacia, los juegos, las preguntas sorprendentes, la complicidad de una risa pícara, las carcajadas frente a un payaso en el teatro, la boca embarrada de helado, el sonido de los pedales de una bicicleta en el parque, el de los muñequitos en el televisor desde que amanece y, cubriéndolo todo, dándole empujones a la felicidad, el color con el que ellos pintan los días como nadie más.