Cuba entera es su obra

Por estos días del año pasado, muchos le pusimos el brazo a la primera dosis de Abdala. Y, para unos cuan tos de esos muchos, no fue en una jornada cualquiera, sino un 13 de agosto, como evidencia de que la inmensidad sí cabe en un bulbo y también se inocula. Fidel nos “persigue”. Cuba entera es su obra.

Fue aquella, entonces, una memorable mañana. El círculo infantil abrió sus puertas temprano, como punto de vacunación. Allí, listos, los jóvenes médicos y estudiantes de Medicina de la localidad, junto con la experiencia de la enfermera Xiomara. Tampoco faltó el cuadro del Fidel artífice.

El inmunógeno —que no es el único nuestro— nació en esa obra descomunal llamada Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), legado del líder histórico de la Revolución. Desde aquel primer pinchazo hasta los dos de refuerzo, apliquemos una indiscutible relación transitiva: Abdala es CIGB, CIGB es Fidel, Abdala es Fidel.

Inyectarse contra la COVID-19, con un preparado de aquí, fue y sigue siendo vaciarse en el cuerpo la esperanza de aquel hombre de personalidad telúrica, calificativo del Che. O de quien escuchaba la hierba crecer y veía lo que estaba pasando al doblar de la esquina, según el culto Raúl Roa García, Canciller de la Dignidad. O de quien viajaba al futuro, regresaba y lo explicaba, al decir de Abdelazis Bouteflika, expresidente argelino.

Solo sus gigantescas convicciones hicieron que un pueblo le respondiera, sin importar las circunstancias. En las más duras del Período Especial de los años 90 del pasado siglo, sacó adelante el socialismo y la independencia de la Mayor de las Antillas. Y ahora, que la batalla es por mantener firme el rumbo, Fidel nos “persigue”. Cuba entera es su obra.

Estamos frente al cubano de mayor vocación y sentido didáctico, discípulo de José Martí. Cuando nos suministran un producto biotecnológico nacional, practicamos deporte al aire libre (libres), vamos a la escuela, a una función de teatro..., estamos frente a la vigencia del modo fidelista de transformar la realidad, en cuanto fue un político de cultura enciclopédica.

Nos persiguen su manera de distinguir entre lo abstracto y lo concreto, de combinar lo cuantitativo con lo cualitativo, de ver las conexiones entre lo histórico, económico, cultural, ético; y el compromiso político con los más humildes. Nos persigue, en suma, su capacidad de advertir lo esencial de lo secundario.

De aquel barbudo que pudo decirle en su cara tantas verdades al imperialismo y sobrevivir a más de 600 intentos de asesinato, nos persigue el extraordinario afán de auscultar siempre la voluntad del pueblo (el Código de las Familias, por ejemplo), sin perder de vista los detalles y anticipándose a los hechos.

Y nos persigue su énfasis en el diálogo tanto con el de saber empírico como con los expertos en las más disímiles materias. Visiblemente, es ese el Miguel Díaz-Canel Bermúdez que vemos lo mismo en los barrios que en un Grupo Temporal de enfrentamiento a enfermedades, ante fenómenos meteorológicos y accidentes.

Al oído, nos reclama verificar, en los hechos, la pertinencia o no de una solución. A saber lidiar con las objeciones al desarrollo en todos los campos y a aprovechar las contradicciones —las que genera la propia construcción del socialismo— para prever respuestas contundentes, en un primer momento, y encontrar luego novedosas salidas.

No es este el texto que reconstruye la vida de un hombre multiplicado y ubicuo, porque Fidel vivió (y vive) más años e hizo (y hace) más que el número de líneas que alcanzo a escribir. Pero sí el que reconoce al arquitecto de las más grandes realizaciones de la vía cubana al socialismo, cronista de ella y, sobre todo, su crítico.

• Vea: Cronología de Fidel en Ciego de Ávila

Nos persigue, ciertamente, la imagen versátil y el testamento de un líder muy querido. De aquel Fidel que cumple 96 años este 13 de agosto, siempre dispuesto a sumergirse en medio de madres, jóvenes, trabajadores y veteranos del pueblo.

Por ahí desanda, donde menos lo esperemos, “un Quijote sin locura”, como lo bautizara su amigo Hugo Chávez. Cuba entera es su obra.


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