La empresa avileña asume encargos directamente relacionados con el bienestar de la comunidad donde está enclavada
La consolidación de las acciones para mejorar la calidad de vida del pueblo es un propósito más de los trabajadores de la Empresa de Seguridad y Protección (SEPROC) de Ciego de Ávila, a partir del compromiso que asumen con el Programa Nacional de Transformación en Barrios y Comunidades.
Abrazar el barrio, movimiento político que “traduce” los encargos de las entidades para con las comunidades, tuvo sus antecedentes en 2021 para la empresa SEPROC avileña, cuando se vinculó a la circunscripción 30 del Consejo Popular Pedro Martínez Brito, en la ciudad cabecera. Yoelvys Vizoso Álvarez, director de la entidad, recordó que, en ese año, en medio del impacto de la COVID-19, invirtieron recursos propios para reparar un Consultorio del Médico de la Familia (CMF) y una bodega, de manera que incrementaron el nivel de las prestaciones.
La labor de su entidad en la circunscripción 30 contempla, además, la atención a personas y familias en condiciones de vulnerabilidad, beneficiadas con la entrega de recursos materiales que contribuyen a suplir necesidades elementales.
“La satisfacción mayor es que nos identifiquen como ‘la empresa que nos atiende’, a partir de nuestra presencia frecuente para aportar a la solución a los problemas en ese entorno”, explicó el directivo.
De igual manera, respaldaron el referendo popular del Código de las Familias y las elecciones municipales, al habilitar áreas de la escuela primaria Farabundo Martí para el funcionamiento de dos colegios. Así, estos espacios cumplieron los requisitos establecidos en la Ley Electoral y aportaron a los resultados favorables de la provincia en esos sucesos políticos. Todo lo hecho en ese centro escolar tributó, además, a elevar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, porque una escuela remozada tributa al bienestar de maestros y estudiantes.
Mantener en buen estado el CMF restaurado a finales del año 2021 y ejecutar las restantes tareas en 2022 implicó el desembolso de más de 10 000 pesos, modesta cifra que no supera el valor social de las obras emprendidas por fuerzas de la entidad, con el apoyo de la comunidad, dijo Vizoso Álvarez.
Por eso, sus aportes van más allá. Al menos una vez al mes efectúan trabajos voluntarios para mantener la higiene comunal; en tanto, el reto es sumar más habitantes de la comunidad a esas actividades, lo que exige mayor vinculación con las organizaciones de masas, políticas y sociales representadas en esa demarcación.
El directivo expresó la voluntad de los trabajadores de SEPROC para influir sobre otros colectivos laborales, con el objetivo de que se integren a los esfuerzos de numerosas empresas de la provincia, bajo la guía del Partido y Gobierno, para mejorar la vida en diferentes barrios y comunidades.
Con la meta de alcanzar la condición Latir Avileño, avalada por el movimiento político de igual nombre, se proponen afianzar sus obligaciones sociales, a la par de las mejoras constructivas en la empresa, que aportan al ornato público y crean condiciones superiores para el cumplimiento de los indicadores económico‒productivos.