Cumplidores, junto a los cienfuegueros, del volumen de papa previsto para la recién concluida campaña, los agricultores avileños suman un mérito indiscutible en medio de la coyuntura económica actual: haber sembrado ya el 70 por ciento del área que la provincia plantó y cosechó de ese tubérculo.
La información, ofrecida por Raúl Monguía Rodríguez, especialista de viandas tropicales en la Delegación Provincial de la Agricultura, hace constar que, en respuesta a lo que está pidiendo el país y para aprovechar esos suelos beneficiados por las labores y atenciones anteriores, ya han sido plantadas más de 500 hectáreas de maíz, 109 de calabaza, 54 de frijol carita, 16 de boniato, 15 de yuca, las primeras seis de pepino y 20 de plátano.
Además de mejores condiciones de fertilización, dichas tierras tienen como ventaja la disponibilidad de agua y el funcionamiento de modernos sistemas de riego, razones que pueden concretar en breve tiempo la aspiración de sumar nuevas producciones mediante cultivos de ciclo corto.
La estrategia ahora es buscar producciones así donde mismo se cosechó la papa
A pesar de los inconvenientes con algunos recursos y del obligado desplazamiento que registró la siembra (casi la tercera parte de ella transcurrió a la altura de enero) la provincia logró sembrar las 1 050 hectáreas programadas y cosechar en ellas 20 419 toneladas, volumen ligeramente superior al plan, con rendimiento de 19,45 toneladas por hectárea.
Ello le permitió a Ciego de Ávila asegurar la semilla nacional prevista para la venidera campaña dentro de su territorio y coronar otros destinos, incluida la distribución para consumo, en tanto la nación decidió reenviar unas 2 960 toneladas fuera de programación hacia otras provincias, teniendo en cuenta que la demanda del turismo no registra iguales niveles por el descenso en esa actividad como consecuencia de la pandemia que azota al mundo.
Brmh