¿Muchachas divertidas o muchachas-diversión?

En casi todos los anuncios de fiestas y promociones de los bares de moda hay una foto de una muchacha, con más o menos ropa, con varias implicaciones. Hablemos en lenguaje publicitario, que es más “noble”

cartelLas redes de casi todos los bares son iguales, o se parecen muchoCualquier muchacha se arregla una noche de fin de semana, con el vestido Shein que bien caro le costó, se “trepa” en un par de tacones, dominándolos con gracia, y se va al bar de moda a “dar lo mejor de sí”.

Por su cabeza solo pasa que quiere divertirse y relajar tensiones. Cuando más, ansía lucir el “look” nuevo y compartir con sus amigas. Por la cabeza del propietario/a del bar lo que pasa, a todas luces, es “qué bien que hay muchachitas lindas”, “ahora sí se llena el local”.

Por gente así, apegada al axioma de que el fin justifica los medios, se argumenta que las mujeres no tienen por qué quejarse (entiéndase exigir respeto e igualdad) si, “total, entran gratis a los bares”. Pareciera que la entrada libre de costo es, de pronto, el non plus ultra de la calidad de vida y la realización personal. Cuando lo cierto es que apenas se trata de la punta del iceberg de un problema serio, en el que sale perdiendo la “privilegiada”.

Vamos a explicarlo como si fuera un problema matemático de tercer grado. Des-pa-ci-to.

Hagamos un repaso de las redes sociales de los bares de moda en la provincia y más allá. En casi todos los anuncios de fiestas y promociones hay una foto de una muchacha, con más o menos ropa, a veces en pose sexy, a veces en pose feliz. En muchos de ellos hay promociones específicas para mujeres jóvenes: rifas, entrada gratis, fiestas de solteras, fiestas “hot” (en español hot es caliente).

Primera conclusión: les conviene el público femenino. Pero, está demostrado, no son las mujeres las que más consumen alcohol. Según el Informe sobre la situación del alcohol y la salud en la región de las Américas 2020, elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2016, mientras los hombres cubanos mayores de 15 años consumían 9,5 litros de alcohol anuales, las mujeres de ese rango etario bebían 2,5 litros. Entonces, ¿por qué la insistencia en el mercado femenino? ¿Por qué, además, la conveniencia de contratar camareras jóvenes y bonitas? —algo que no nos inventamos nosotros, también están las ofertas de trabajo en sus redes sociales―.

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Segunda conclusión: el objetivo no es que vayan mujeres porque sí, ni siquiera asumiendo que dueños y administradores de bares estén al tanto del alza en la proporción de féminas que beben en exceso, descritas por el citado informe. Todo apunta a que esas mujeres (“solteras”, “nenas”, “hot”) sirven para atraer hombres que sí van a tomar, a comprarles tragos y despilfarrar para llamarles la atención y “lo que venga”.

La utilización de estereotipos de género en la publicidad no es nueva para nadie. Tan viejo es el tema que, incluso, está pasado de moda. Me explico: el muy conocido y estudiado lemita del marketing de “el sexo vende”, en realidad quería decir “si vendes un sofá, anúncialo con una modelo en lencería encima para que los hombres crean que van a tener más sexo”. O, “si vendes una moto, pon una mujer en minifalda, para que los hombres crean que van a ligar más”.

Es tan mal vista esta práctica que las grandes marcas y empresas del mundo no solo ya no lo hacen, sino que es también ilegal en muchos países, aunque no tanto como haría falta. ¿Por qué? Porque ya las mujeres no se ven a sí mismas como adornos y objetos para el disfrute masculino. Ellas también compran motos y cerveza, como mismo las cubanas también van a los bares a divertirse y ya.

La producción científica en torno a la representación de la mujer en la publicidad lo ha explicado mejor. Desde los movimientos feministas de los 70, pasando por las teorías macro y microsociales de género, hay consenso en la identificación de imágenes femeninas para vender lo mismo cosméticos y productos de belleza, que electrodomésticos y el ideal de un “dulce hogar”, haciendo un gran paréntesis para todo el marketing basado en la sexualización y la cosificación de la mujer.

En términos historicistas, este tipo de publicidad de los nuevos bares retrocede en el tiempo hasta la década de los 60, cuando los anuncios iban dirigidos a los hombres, pero usando como anzuelo a mujeres bellas. Si aquí tenemos una promoción de ventas tan estereotipada, machista y atrasada es porque, quizás, la mentalidad de los que la reciben lo es.

Y porque hacemos la vista gorda con este tipo de fenómenos que clasifican dentro de la violencia simbólica por motivos de género (cuando no de otro tipo de violencia). O acaso naturalizar el acoso a las camareras, la entrada de menores de edad una que otra vez, los casos documentados de hombres mayores y con dinero que pagan tragos (hasta la embriaguez) a muchachitas de 20 para que no digan que no, no se considera violencia pura y dura. Todo ello subyace en un “inocente” cartel que muestra a una chica en bikini y promociona una “noche loca”.

Maneras de hacerlo diferente sí existen. Se puede vender un bar y llenarlo todas las noches. Los hay muy frecuentados, con más de 15 000 seguidores en redes sociales y super exitosos, incluso tienen su carta de bebidas propias, y en sus plataformas no existe una sola promoción que venda, además de tragos, mujeres “fáciles”. Tampoco tienen camareras en minifalda.

Es que la ciencia lo deja claro: sí, el sexo llama nuestra atención, pero recordamos peor los anuncios y los negocios que sexualizan cuerpos de mujeres que los que no lo hacen. Es pan para hoy y hambre para mañana, porque es publicidad muy poco original que, a su vez, estereotipa al público meta, reduciéndolo a hombres heterosexuales (y con dinero).

publicidadNo hay por qué renunciar al buen gusto. Tomado del Instagram de Pazillo Bar

Encima, es responsabilidad de los dueños de negocios, y más aún, de los profesionales de la comunicación contratados, hacerlo bien, con decoro. La gente va a seguir yendo a bailar, a beber, a lucir la ropa nueva y también a ligar, porque no hay nada de malo en eso. Pero entre adultos, responsable y voluntariamente, y mientras las mujeres sean quienes se diviertan y no parte de la atracción.


Comentarios  
# Roberto 28-03-2023 12:41
Periodista..con todo respeto...y quiénes son las que se brindan para la foto y el show?...quienes te envían cientos de mensajes en Revolico para vender "material" en whassap..para dejar de ser esclavo, primero hay que dejar de pensar como esclavo......eso no falla..
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# Gualterio Nunez 29-03-2023 11:19
Lo mas peligrosaun es que empicena vender drogas y la usen para violar mujeres. Eso si seria un desastre y es un peligro por el afan de lucro. Pero de so, que me alerto un mejicano, turista frecuente en Cuba, de que ya en Cuba hay drogas, la prensa se calla.
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# Michel 29-03-2023 15:52
Esa mujer no sabe ni lo q esta hablando ni a sido jefa de un bar ni nada eso es una conclusión de ella q lo q anda es frustrada XD de a seguro q esa mujer no va ni a bares ni nada
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# Leidy 03-04-2023 12:29
Primero: Debía respetar a la periodista, no llamarla "esa mujer", ofendiendo no va a hacer que valga más su opinión.
Segundo: Se nota en su comentario su mentalidad machista y estereotipada acerca de las mujeres. No me extraña, pues, que comente con falta de respeto.
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