La historia de por qué Ciego de Ávila no dispone aún del campo sintético de hockey sobre césped donado en 2017 puede escribirse, pero cuesta entenderla
Para jugar hockey no se puede ser zurdo. Es imposible. Tanto las reglas que gobiernan el uso del palo o bastón como el diseño obligan a utilizar la cara plana y, por ende, el brazo dominante siempre es el derecho. Es una regla básica y elemental, inamovible hasta ahora, en un deporte antiquísimo. De tan inherente esta característica, podría decirse que es un símbolo: en el juego y en la cancha se debe ir por derechas.
¿Quién mejor para saberlo que Ángel Manuel Marín Hernández, exatleta y actual comisionado provincial de Hockey sobre Césped? ¿Cuántas veces en su vida como jugador o como entrenador recibió un pase largo y, frente a la portería y con un swing poderoso, golpeó la bocha y la incrustó en las redes? ¿Cuántas veces en los últimos cuatro años, parado frente a una cancha que todavía no es, se preguntó cómo las condiciones para un deporte “derecho” se torcieron tanto?
Marín sabe de memoria fechas, cantidades, ejecutores. En septiembre de 2017 llegaron los componentes de un terreno sintético para hockey, donado por la Federación Internacional de la disciplina y los ojos verdeazules de Marín eran la imagen viva de la esperanza. Calculaba que ya debían haberse realizado aquí campeonatos y entrenamientos de la selección nacional o los equipos provinciales. Si algo ha sobrado ha sido tiempo.
Fueron dos los terrenos financiados por Pakistán, a través del organismo rector en el nivel mundial, y obsequiados a Cuba ese año. Y se habrían quedado ambos en La Habana, de no ser porque a los hockeístas avileños les sobran medallas, calidad y tradición en todas las categorías como para merecer un campo nuevo y moderno donde seguir cosechando éxitos.
Pero la cancha sintética, cuatro años después, solo existe en el anhelo de unos cuantos y en los planos de un proyecto que lleva la firma de la Empresa de Ingeniería y Diseño DIMARQ. Líneas rectas y acotadas sobre un papel: el sueño de Marín, el homenaje a Eliberto Sarduy, un volcán apagado que no le hace justicia a la historia del hockey aquí. Este es el relato de cómo un regalo se convirtió en un problema.
Primer período: hockey 0- humedad 1
Un terreno sintético, para las condiciones económicas de Cuba, era un lujo no solo cuando Heriberto Sarduy, El Yuyo, sumaba sus 15 títulos a golpe de bastonazos y un corazón más grande que él mismo junto a un equipo que se ganó, rodilla en tierra, el apelativo de El Volcán; sino hoy, cuando cualquier cantidad de dinero parece insuficiente y excesiva a la vez, ¡vaya paradoja!
De esas cifras que se dicen rápido, pero cuesta contar y asimilar, hablaba una nota de la Agencia Cubana de Noticias (ACN) en octubre de 2017. Se informaba que la cancha a emplazar, contratada a la empresa argentina Forbex, tenía un costo de medio millón de dólares. Según el reporte, a finales de noviembre de ese año todo debía estar listo para el montaje de la grama artificial, último paso en una inversión que, y aquí empieza a desfigurarse el obsequio, nunca lo fue, al menos en el inicio.
Marín no es inversionista y tal vez no conozca la metodología dictada por el Decreto 327 de 2014 del Consejo de Ministros, pero estuvo al pie de la obra desde el minuto en que entraron los equipos pesados a desbrozar los más de 90 metros de largo y 50 de ancho de un espacio que él conoce de memoria. En un área aledaña a la sala polivalente Giraldo Córdova Cardín, comenzó en octubre de 2017 el movimiento de tierra y la nivelación.
Esas acciones correspondieron a la Empresa Provincial de Mantenimiento Vial, que dirige Roberto Beltrán Díaz, quien, calculadora en mano, saca cuentas y apela a la memoria. Allí se vertió unos 5 000 metros cúbicos de rocoso (de un cálculo de 3 800), provenientes de las canteras de Las Grullas. Por concepto de desbroce, excavación, vertimiento de relleno, nivelación y compactación, Beltrán Díaz estima que sus servicios costaron alrededor de 700 000.00 pesos.
La “mala suerte” es la mala suerte. Después de una sequía extrema que se extendió por casi tres años, el huracán Irma primero (septiembre de 2017), y la tormenta tropical Philippe luego (octubre de 2017), empezaron a dejar en evidencia una inversión casi “sin papeles” que, por razones obvias, no estaba inscrita en el Plan de ese año ni en el del siguiente, tampoco en el otro de más arriba y, finalmente, solo fue posible planificarla en 2020.
Las lluvias de entonces superaron los 274 milímetros (mm) y calmaron la sed de la provincia al mismo tiempo que anegaron la posibilidad de un terreno en el lapso previsto. Ya hemos explicado la incompatibilidad del agua, el rocoso y los pavimentos, por tanto, sería sencillo imaginar que, aun cuando en enero de 2018 este semanario dijo que estaba todo listo para asfaltar, la procesión (como la humedad) iba por dentro.
Y así fue. Nuestra nota se publicó el 19 de enero y el 23 un reporte de la ACN, a propósito de la visita del representante de la empresa argentina Forbex, Andrés Zirulnikoff, señaló lo que, bastante tiempo después, comprobaría la Unidad de Investigaciones de la Construcción, filial Camagüey, subordinada a la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA): el exceso de humedad causó estragos en la compactación, primero, y en el pavimento, después.
Zirulnikoff aconsejó revisar la superficie rocosa antes de echar el asfalto, sin saber, quizás, que el material de relleno utilizado allí no fue el de mejores prestaciones y que, para ser todo lo eficiente posible, deberían haber asfaltado inmediatamente después de la nivelación.
“Mientras mejor esté compactada la superficie, más tiempo de vida tendrá la cancha artificial”, comentó en esa visita Zirulnikoff, y añadió que en su país los terrenos instalados por su empresa han superado los 15 años de uso.
Segundo período: hockey 0- asfalto 2
El Hormigón Asfáltico Caliente (HAC), por cierto, no estaba disponible. Los planes aquí siempre han sido bastante apretados como para que, sin haberlo previsto de un año para otro, se pudiera garantizar sin hacer malabares —entiéndase, quitar de un lado y poner en otro—. No obstante, el comisionado Manuel Marín había sido informado de que las 580 toneladas (t) necesarias ya estaban aprobadas.
Mas, siguió lloviendo; metafórica y literalmente. A finales de mayo de 2018 la tormenta subtropical Alberto dejó en la ciudad capital 160 mm de lluvia, luego de que en la primera quincena de ese mes el territorio recibiera una media de 178,2 mm.
En agosto de ese año, cuando volvimos a la carga desde estas páginas, es probable que el área estuviera muy húmeda aún. No disponemos de un estudio sobre la cota de inundación de ese terreno, sin embargo, durante el movimiento de tierra, se comprobó que el manto freático está muy cerca, además de que hacia allí escurren las aguas desde la Circunvalación Norte.
De hecho, con otro objetivo (aumentar la visibilidad desde la carretera), la Empresa de Mantenimiento Vial se encargó de eliminar los promontorios de un antiguo campo de tiro con arco allí emplazado, durante su intervención en la obra. ¿Sería esa la mejor ubicación para una cancha sintética con tantos requerimientos técnicos como veremos a continuación?
Incluso, si no hubiera llovido en exceso, la suerte del hockey estaba echada. Andrés Zirulnikoff confirmó a Invasor en un correo electrónico del 17 de febrero pasado, lo que va quedando claro: “La construcción de la sub-base (previa a la capa asfáltica) fue más lenta de lo esperable y al quedar finalizada y aprobada, la ejecución del asfalto no dio los resultados planimétricos necesarios. La explicación que recibimos para esto es que, aparentemente, la maquinaria disponible allí no alcanza el nivel tecnológico necesario para obtener la planimetría necesaria para instalar un campo de hockey”.
En efecto, ninguna de las dos pavimentadoras de la Unidad Empresarial de Base No. Uno Ingeniería y Asfalto, perteneciente a la Empresa de Construcción y Montaje de Ciego de Ávila, pudo asegurar en octubre de 2018 un margen de error en el asfaltado de más o menos un mm. El ingeniero Edián García Mursulí, su director, explica que allí se vertió unas 1 500 toneladas de HAC, por valor de poco más de 300 000.00 pesos. Esas t son el triple de lo que se previó.
“Después de la primera pavimentación, como no quedó con los niveles indicados, fue preciso reconstruir un tramo, por eso se incrementó el volumen total. Tuvimos que traer hasta una pavimentadora desde Santiago de Cuba… y ni así.”
Alejandro GarcíaNi siquiera una máquina proveniente de Santiago de Cuba logró cumplir los requisitos técnicos
La contestación de Leonardo Rodríguez, director provincial de Deportes, en marzo de 2019, a este semanario, aportó otras respuestas a las constantes preguntas generadas por la cancha, acaso lo único que rodaba (y rueda) allí.
“—No se cumplió el cronograma planificado, pues la máquina para asfaltar se situó en la inversión con retraso, debido a la no disponibilidad del equipo en la provincia. Cuando se logró traer para comenzar a asfaltar estaba rota, demorando en iniciar los trabajos.
—La máquina utilizada es de una tecnología más atrasada, por lo que no realizó el trabajo con las exigencias técnicas del proyecto, principalmente por problemas de nivelación del terreno.
—Los muros de contención fueron dañados debido a las lluvias de diciembre de 2018 y aún no han sido reparados, y no se ha terminado el drenaje ni la cerca perimetral por falta de fuerza de trabajo.
—Las máquinas que se importaron para colocar el amortiguante del terreno sintético hubo que regresarlas a Argentina por dificultades en la nivelación del terreno, ocasionando costos adicionales.
Tercer período: hockey 0- voluntarismo 3
Al entusiasmo genuino de finales de 2017 le fueron cayendo encima, como ha quedado escrito, problemas objetivos y subjetivos que terminaron por convertirlo en un voluntarismo rampante, imponiendo fechas de entrega e incumpliéndolas una y otra vez.
Para muestra, un botón. La visita de Osvaldo Vento Montiller, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), a Ciego de Ávila en mayo de 2019, pareció destejer de momento los nudos gordianos que mantenían atascada a la obra. De ese encuentro quedó como acuerdo reparar el drenaje y concluir la cerca perimetral en saludo al 26 de Julio.
Tres meses más tarde, cuando Vento Montiller regresó a chequear lo acordado, persistían las zonas defectuosas donde se estancaba el agua de lluvia y la cerca se reprogramó para la primera quincena de noviembre. Un año después, el directivo del INDER volvió al territorio, mas no llegó hasta el terreno. Debieron informarle que todo estaba igual (o peor).
Alejandro GarcíaAsí estaba el terreno en marzo de 2019, cuando el INDER respondió a Invasor
En el ínterin, un documento emitido por la ENIA en septiembre de 2019, en poder de Sergio Barrios Rodríguez, especialista en Construcción e Inversiones de la Dirección Provincial de Deportes, enumeró los problemas en el sector Centro-Noreste del campo: hundimientos, piel de cocodrilo, esponjamiento, agrietamiento, resultados del exceso de humedad y la pérdida de la compactación.
El dictamen recomendó levantar toda la sección afectada y volver a verter asfalto, pero Barrios Rodríguez, que no era el inversionista en ese momento, no puede asegurar que se haya cumplido a cabalidad. Es poco probable, sin embargo, pues para entonces el déficit de combustibles había paralizado buena parte de las obras en todo el país y en marzo de 2020 la COVID-19 llegó para reajustarnos las prioridades. Comenzando junio de 2021, seguimos sin combustible y con pandemia.
Que muchas de las inversiones deban reprogramarse más de una vez, de un año a otro y a otro, va siendo norma y no excepción. Aunque suene duro, una obra que tardó dos años en incluirse en el Plan y, mientras tanto, hubo que echarla a andar con los presupuestos y recursos destinados a reparación y mantenimiento, tenía todas las papeletas para vivir la suerte del hockey sintético. “Muy sofisticado para nuestras condiciones”, dirían unos. “Nos regalaron un problema”, aducirían otros.
Con la visita del vicepresidente del Inder Omar Venegas Echemendía, al terreno destinado para construir la cancha...
Posted by Adialim Lopez on Tuesday, July 7, 2020
• Detalles sobre el Proceso Inversionista en Ciego de Ávila y aquí.
Tal sofisticación no solo estriba en lo específico de la nivelación, sino en el tipo de productos a emplear. Durante todo este tiempo, el comisionado Marín Hernández ha visto cómo los líquidos y el pegamento, incluso tapados y almacenados, han ido mermando y acercándose peligrosamente a su caducidad. Las fuentes del INDER aseguran que todavía están en buen estado, pero Andrés Zirulnikoff, en su comunicación electrónica con este periódico, dijo que “dado el tiempo que ha pasado, todos los elementos químicos enviados (resinas para la capa amortiguante y adhesivos) están vencidos y no podrán ser utilizados. Es muy posible que la grama pueda utilizarse dependiendo de las condiciones actuales de almacenamiento”.
La grama, por cierto, estuvo largo período a la intemperie. Después se creó una facilidad temporal bajo el portal de la sala Córdova Cardín y se guardó allí los mantos. Ahora tendrían que venir los técnicos argentinos a certificar que todavía tienen valor de uso. Es una verdadera lástima, aunque seguro podríamos encontrar una palabra más rigurosa.
Pastor Batista Los componentes de la cancha no se almacenaron correctamente desde el inicio
Cuarto período: hockey 0- financiamiento 4
Mientras el terreno avileño sufría su vía crucis, una donación similar se destinó a la cancha de la Escuela Nacional de Hockey Antonio Maceo, en Santiago de las Vegas. Aunque no se trató de una inversión desde cero ni de una cancha idéntica (la habanera lleva riego, la avileña no), sí se acometió una reparación capital, a juzgar por los reportes de prensa. De acuerdo con Marín Hernández allí no hubo que asfaltar, sino que se utilizó la base, pero cabría preguntarse si, después de casi 30 años de explotación (fue inaugurada en 1991 para los Juegos Panamericanos), la base estaba bien nivelada. ¿Y si no lo estaba, cómo lograron el margen exquisito de más o menos un mm?
Lo cierto es que, en noviembre de 2018, cuando íbamos a la carga por primera vez con el asfalto, allá reinauguraron el campo más moderno para la práctica del hockey sobre césped en Cuba. ¿Participó usted de la ejecución del campo sintético en Santiago de las Vegas? ¿Quedó con las condiciones adecuadas?, preguntamos a Zirulnikoff. “Sí participé y entiendo que el resultado es satisfactorio”, respondió.
Este recuento serviría de muy poco si, con todo lo escrito y lo que faltó por decir, concluyéramos admitiendo que no hay solución. Igual corremos el riesgo de poner en blanco y negro una nueva fecha, otro chequeo, otra reunión de factores… y que nada cambie.
Así quedaría la mezcla para nivelar la cancha, paso previo a la colocación de la grama sintéticaSergio Barrios, con la experiencia de haber sido inversionista en otros organismos antes de trabajar en la Dirección de Deportes avileña y con el Decreto 327 en la mano, no se atreve a acotar la frase de “próximos días”, cuando habla de posibles soluciones. Conforme explica, se creó un grupo de especialistas de la Construcción y del INDER con el encargo de llevar a término esta obra. La idea es nivelar el terreno, de acuerdo con los requerimientos técnicos, ya no con asfalto, sino con una mezcla a base de los propios adhesivos y resinas del campo sintético.
En este momento, esos especialistas parecen haber llegado, mediante el método de prueba y error, a la dosificación final de la mezcla que podría ponerle fin a una parte de esta tristísima historia. El producto demostró su efectividad en un pequeño polígono de prueba, pero ahora hay que calcular las cantidades necesarias… y las disponibles. Y ejecutar el arreglo “a mano”, pues se descartó por completo el uso de equipos pesados, a la postre, un remedio peor.
Si, al final, la alternativa criolla logra el milagro de la grama sintética sería un enorme paso de avance, en cambio, estaríamos bastante lejos de poder celebrar allí partidos de primera categoría. Casi cuatro años después del merecido obsequio a los hockeístas avileños, no hay cerca perimetral ni gradas ni edificio socio-administrativo ni áreas verdes.
Antes de la Tarea Ordenamiento se había estimado en un millón 600 000.00 pesos el costo total, mas ahora no hay una cifra clara, aun cuando se sabe que podría duplicarse. La dirección de Deportes, en tanto, solo cuenta con 750 000.00 pesos en el Plan de este año para acometer, según cronograma, la nivelación y la cerca perimetral. Así lo confirmó Leonardo Rodríguez, su director, quien explicó que el presupuesto siempre ha limitado la ejecución de otros objetos de obra, a lo que se sumó en 2020 y 2021 el déficit de recursos (cemento), agravado por la crisis económica y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense contra Cuba.
O sea, ahora mismo, también falta dinero.
Es casi un maleficio, como si estuviéramos en el último minuto del partido, de frente a la portería, la ventaja al alcance de un penal bien cobrado y, en un deporte de derechos, agarráramos el bastón con la zurda.
Un campo zurdo para un deporte derecho de Sayli Sosa
Hay que escribir " vacunas ".
Hace años que no leo un artículo sobre la corrupción.
Brmh.