Nadar no es lo único en la academia Julio Antonio Mella

Sí que han trabajado duro desde finales de marzo hasta la fecha, unos en la renovación de la escuela, otros en combate directo a la COVID-19; incluso, el centro permitió el aislamiento de trabajadores del deporte en Ciego de Ávila que laboraron en lugares de peligro.

El curso más atípico y difícil en lo que va de proceso revolucionario cierra por estos días en la Academia Provincial de Natación Julio Antonio Mella con el aliciente de preservar la alegría de los educandos y la convicción de ser buenos deportistas.

La escuela tiene la particularidad de que no es exclusiva de los deportes que dependen del agua, pues incluye también en sus aulas a pioneros tenistas y ajedrecistas, aunque su fortaleza y razón de ser depende de la piscina.

Por cierto, la alberca está repleta y lista para reanudar los entrenamientos cuando estén dadas las condiciones higiénico-sanitarias en la provincia. Ahora, lo esencial radica en terminar el curso y reajustar la matrícula.

• La alegría de niñas y niños inspira a trabajar por ellos:

La Academia Provincial de Natación Julio Antonio Mella, en #CiegodeAvila, de nuevo con sus alumnos. Ahora finalizan el curso y dentro de poco, de vuelta a los entrenamientos.

Posted by Rigoberto Triana Martínez on Thursday, November 26, 2020

Fidel Tovía Banes Duany, director del plantel, dijo que, a partir del receso en el curso experimentado desde finales de marzo, los trabajadores que se mantuvieron activos asumieron numerosas acciones en beneficio de la escuela.

“La Dirección Provincial de Deportes (DPD) nos dio recursos para la pintura del centro, remozamos los depósitos de cloro, y se enchapó con losas de grey los baños ubicados en los dormitorios, la meseta del comedor, junto a la restauración del busto dedicado al Apóstol José Martí.”

niñaLos baños en los albergues tienen una notable mejoría luego de que fueran enchapados

El experimentado educador añade que laboraron en la higienización de todas las áreas, repararon la cerca perimetral en el frente de la escuela e iniciaron el aprovechamiento de varios espacios con la siembra de cultivos de ciclo corto.

“Ante el llamado de la máxima dirección del país, más la sugerencia de Yoanis Matías Hernández, responsable de la docencia en la DPD, decidimos crear un huerto escolar, que ya nos rinde frutos. Sembramos calabazas, habichuelas, pepinos, plátanos, yuca, boniato, ajo porro y pensamos seguir con otros cultivos, en dependencia de la temporada.”

Esa transformación cuenta con el protagonismo del personal de mantenimiento, mayoritariamente quienes hicieron la siembra de varias matas de coco por la parte que colinda con la calle Tres.

Con esa transformación, el plantel ha ganado mucho, según consideraciones del administrador Juan Venegas Chirino, quien ha tenido un alivio en cuanto a la obtención de verduras para la alimentación de niños y trabajadores.

huertoVenegas Chirino afirma que seguirán cosechando otros productos, en dependencia de la época

“Lo hecho tiene como ventajas la utilización adecuada de la tierra más la adquisición de productos frescos; además, así no tenemos áreas enyerbadas y contribuimos a mejorar la variedad y la cultura alimentaria”, afirmó el directivo.

Mientras el entorno de la escuela cambia, y por ahora no se nada nada, en sus aulas buscan el pase de grado 102 infantes que cierran una etapa de limitaciones por la pandemia, en la cual se ha hecho todo lo posible para asegurarles la salud y preservarles el apego a la actividad competitiva, junto a las necesarias variantes para mejorar la alimentación a partir del huerto.


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