Parecía que el ajedrez avileño perdería la academia Eleazar Jiménez Zerquera, su principal plaza, pero a finales de año el local resurgió, como el ave Fénix, y, paso a paso, todo vuelve a la normalidad
Una posición bastante difícil tenía la partida de los ajedrecistas avileños, quienes, a finales del pasado año, veían el desvanecimiento de su academia Eleazar Jiménez Zerquera.
Los reclamos llegaron a varias instancias, incluidas nuestras páginas. Urgía sacar al recinto de la posición totalmente desventajosa, en un imaginario cotejo por su subsistencia.
En plena batalla de pensamientos, surgieron jugadas brillantes, únicas, para escapar del zugzwang y lograr equilibrio en la posición. Así, poco a poco, se lograron pequeñas ventajas, que fueron aumentándose hasta conquistar el valioso punto.
Misael Rodríguez Sánchez, uno de los aficionados más asiduos de los últimos años, recuerda que vivieron situaciones incómodas: “En el tiempo en que estuvo cerrada la academia jugábamos en los portales aledaños. Ahora sí está buena, pero hace falta que vengan muchachos y les den clases para desarrollar el ajedrez.”
El cambio de imagen tuvo sus protagonistas, según Yoneide Hernández Vega, directora municipal de Deportes en Ciego de Ávila: “A partir del 18 de diciembre movilizamos un equipo de trabajo del INDER para asumir la reparación, en la cual fue decisiva la labor del obrero de mantenimiento Diosbel Echemendía Burgos, y los profesores Niurka Céspedes Poll, Yuleisy Oviedo y yo.”
Recuerda que resanaron las paredes, instalaron un nuevo juego de baño, pintaron el local, pusieron lámparas y tomacorrientes nuevos, más el arreglo del falso techo. Acondicionaron, además, las mesas y las sillas con el apoyo de otros colegas del organismo deportivo.
La decisión de la partida guiada por Yoneide llegó al amanecer del día 25 de diciembre, cuando los tableros y las piezas posaron sobre las mesas, listos para nuevas batallas.
Tras la renovación…
El doctor Ricardo Tuttle Rodríguez, a la izquierda, en partida contra el profesor José Fonseca del Pozo
A raíz de las discrepancias por el mal funcionamiento del local, la plaza de profesor quedó vacía, de ahí que debieron tomar inmediatas decisiones.
La novel profesora Leidis Sandra Rodríguez Castillo y el experimentado José Fonseca del Pozo asumieron las faenas. Ambos coinciden en que lo primero radica en estabilizar el horario de apertura, concebido de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, y de 2:00 de la tarde a 8:00 de la noche, de lunes a viernes.
Para Leidis el cambio le contrasta con su anterior ocupación: “Tenía mi matrícula con escolares de segundo grado en la escuela 24 de Febrero y ahora esos niños quedaron sin entrenamiento. Me han sugerido que los convoque para acá, pero les queda muy lejos y pienso que muy pocos podrán venir.”
En diálogo con Fonseca, manifestó que harán captaciones en las escuelas cercanas, con las cuales ha habido excelentes relaciones desde el pasado siglo: “También es importante convocar a los jugadores de experiencia para que retornen al local, donde nos corresponde organizar competencias que ayuden al surgimiento de nuevas figuras.”
Segundos después de disputar un duelo sobre el tablero ante el profesor Fonseca, el doctor Ricardo Tuttle Rodríguez, quien desde su niñez se ha vinculado al movimiento ajedrecístico avileño, calificó de maravillosa la reparación: “Me ha gustado mucho y los jugadores de mayor experiencia estamos dispuestos a ayudar a la reanimación del ajedrez, no solo en el municipio, sino en la provincia.”
El duelo que no debió existir
Meses atrás, entrenadores, padres de alumnos y aficionados se quejaban de las molestias ocasionadas por los implementos deportivos utilizados en las Noches Avileñas, que afectaban la docencia y el esparcimiento en el salón de juego.
La Directora de Deportes en el municipio asegura que todavía permanecen en la institución, solo que los ubicaron en un espacio seguro, sin que provoque dificultades a los trebejistas.
En verdad, el deporte ciencia tiene especificidades que no siempre comulgan con el resto de las actividades concebidas por el INDER, sin embargo, poco hubiera sido su avance sin el decisivo apoyo de la institución deportiva.
Hoy no queda otra jugada que no sea la unidad de los ajedrecistas en torno a un local y una actividad defendida durante décadas por una comisión de activistas, cuyo líder, José Tomás Aguilera Angelino, condujo con prestigio, buen trabajo y abundante comunicación.
La mejor forma de honrar al fallecido líder de esa agrupación radica en recuperar los deseos de hacer por el juego ciencia. Ciego de Ávila ya ganó a su primer Gran Maestro en el joven Luis Ernesto Quesada Pérez y tiene en sus filas escolares un potencial infinito.
Tenemos Gran Maestro en #CiegodeAvila. Luis Ernesto Quesada Pérez conquistó su tercera norma y el segundo lugar en el...
Posted by Rigoberto Triana Martínez on Thursday, May 31, 2018
Es evidente la continuidad de la obra iniciada por Eleazar Jiménez Zerquera, cinco veces campeón de Cuba y considerado entre los íconos cubanos de las 64 casillas, pero ello no se logra solo en las casas, sino también ante los escaques de la renovada academia.
Coincido con usted periodista cuando (en forma de subtítulo) manifiesta "El duelo que no debió existir".
Si se rescató la academia y con ello el ajedrez, parte de ese logro creo que lo tiene el periódico Invasor.