En Majagua, Ciego de Ávila, la danza y el pan en buenas manos

Él es maestro panadero y director general del Conjunto Artístico XX Aniversario, de Majagua. Antes de la COVID-19, en un pedacito de las noches de lunes a viernes, Liosvany Álvarez Cárdenas se “escapaba” del horno e iba para los ensayos en la Casa de la Cultura de este municipio de Ciego de Ávila. Y así, de un arte a otro, pasan sus días desde 1997.

“Hace 23 años, inicié en la panadería Pino Tres, de la cabecera majagüense. Tiempo después construyeron otra, El Micro, y decidieron que fuera el maestro panadero de allí, oficio que me encanta”, evoca quien, con décadas de ejercicio, ha adquirido tanta soltura en las manos como en las piernas.

— Elaborar pan, ¿por qué?

— Enrique Álvarez, mi papá, fue el autor de todo. Estuvo 20 años haciendo pan y falleció a los 49 de edad, pero le alcanzó el tiempo para inculcarme la magia de este trabajo.

“Es una responsabilidad compleja, que comienza a las 4:00 pm, aproximadamente, y termina sobre las 3:00 am. Tengo un solo día de descanso a la semana”, relata el Jefe de Turno que, a miles de noches de faena, mantiene el compromiso con la población.

— ¿Hubo otros proyectos de vida?

—Soñaba ser entrenador de deporte. Sin embargo, cuando estaba en el Servicio Militar tuve un accidente en una pierna, que terminó con mis planes de estudiar. Luego, tras dos años de recuperación, comencé a trabajar en el central Orlando González.

“Fue, en ese entonces, que mi padre empezó a enseñarme los misterios del proceso del pan, a tal extremo que, a los tres años de estar en el ingenio azucarero, decidí el cambio, de lo que no me arrepiento, porque lo disfruto tanto como bailar.”

— ¿Bailar?

— Vivía muy cerca de donde ensayaba el Bando Azul y, en mi familia, había muchos seguidores de ese conjunto. Con tres años, me traían a verlo y, a los cinco, ya bailaba en él.

“Después, en el preuniversitario, formé parte de una danza campesina, majagüense al fin. Aquello despertó aún más las ganas de bailar, bailar y no parar de bailar.

“Superado lo del Servicio Militar, me sumo a una danza del instructor de arte Juan Manuel, que se llamaba Cabalgata Guajira, primer nombre de la XX Aniversario.”

Coincidentemente, Liosvany emprendió el camino en el renombrado Conjunto Artístico en 1997, cuando también nació el oficio de panadero.

La Cultura en Majagua: ¿como antes?

Estuvo bailando hasta sus 40 años y, para esa fecha, se estrenaba como director del grupo. Trascurre su quinto año al frente de 32 talentosos y disciplinados muchachos.

“Considero que hemos hecho buen trabajo, digo hemos hecho, porque he contado con la contribución de muchas personas”, reconoce el artista aficionado que, hasta 2018, fue director del Bando Azul; aunque, habitualmente, lo apoya con su experiencia.

— ¿Es difícil dirigir, a la vez, el proceso del pan y la XX Aniversario?

— En la panadería, entro a las 4:00 pm y termino sobre las 5:30 pm. Vuelvo a las 6:30 pm, al proceso del pan como tal, y concluyo a las 8:10 pm. De ahí, salgo directamente, vestido de panadero, para la Casa de la Cultura, donde me esperan los chicos.

“A los 8:30 pm arrancamos con los ensayos. Voy vestido de panadero, no me da tiempo para cambiarme y soy muy exigente con el horario. Me gusta dar el ejemplo.

“Terminamos alrededor de las 10:00 pm y, de ahí, retorno para la panadería, porque a las 10:30 pm toca pasar a la segunda etapa del pan. Allí acabo pasadas las 2:30 am, voy a casa, me baño, como algo y descanso un ratico.

— La población espera cada jornada el pan caliente que sale de ustedes y “la XX” tampoco se puede “enfriar”.

— Los panaderos nos cuidamos. Conversamos mucho sobre la enfermedad. Hay que exigir al máximo el cumplimiento de las normas sanitarias, sobre todo, en la manipulación del alimento. El pan tiene que llegar a la gente fresco, con la mejor calidad posible.

“Por otra parte, ensayar como grupo no se ha podido más. Desde sus casas, los integrantes repasan, individualmente, las coreografías. Sigo supervisando desde los teléfonos y, cuando puedo, llego y veo lo que hacen”.

El pasado 16 de abril no pudo celebrarse el 54 aniversario de creado el Conjunto Artístico que dirige Liosvany, por lo que la gala preparada será cuando la COVID-19 la permita, o en el 55. Las redes sociales, son hoy el escenario para recorrer la trayectoria de un conjunto que acumula disímiles distinciones y presentaciones.

“No siento cansancio”, concluye el, además, padre de dos pequeños. Al término de la conversación, iba a dormir un rato, pues acababa de salir de la panadería y, en unas horas, volvería a poner sus manos en el arte de obtener panes y avivar la danza.


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