“Si el filósofo René Descartes en su Discurso del Método había planteado la icónica frase Cogito ergo sum —en realidad la escribió en su lengua natal, el francés: Je pense, donc je suis—, que mal traducida se impregnó en la sabiduría popular como ´pienso, luego existo´, anteponiendo al ser la conciencia del ser; cinco siglos después podríamos devolverle una máxima tan o más categórica: me alimento, luego existo.”
Es este primer párrafo parte del comentario que la periodista Sayli Sosa publicó en nuestro sitio web en fecha tan cercana como el 2 de abril de este año. Lo retomo, pues considero que, a tenor de la Estrategia Económica que mantiene el Estado cubano, tiene al menos un punto en común con la carta que remite Eliseo Domínguez Martín, vecino de Calle B, número 574, entre Novena y Enlace, reparto Rivas Fraga, Ciego de Ávila.
Refiere el miembro de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Antonio Echeverría: “El 20 de mayo pasado cayó un trueno que afectó un transformador y de ahí para acá no hemos podido hacer mucho. Se dice fácil, pero ya son siete meses sin electricidad. Somos cinco los afectados: Ismael López, Manuel González, Mariano Hernández, Nelson García y el que escribe estas líneas, Eliseo Domínguez Martín, todos socios de la CCS (…) cuyo presidente es Arsenio Verdecia Verdecia.
“Nosotros tenemos tierras en usufructo, por la parte de Circunvalación Sur, calle Narciso López, Final. En total son unas seis caballerías para la siembra de tabaco en lo que se dice que es una zona de desarrollo de la ciudad de Ciego de Ávila. Ese es nuestro compromiso principal. Algunos ya tienen listos los semilleros, aprovechando las lluvias de ahora, pero todo se vuelve una incertidumbre si no tenemos agua estable. Como es de suponer, aquí nadie quiere trabajar por gusto.
“Algo muy importante es que fuera de la temporada de tabaco cultivamos de todo, yuca, tomate, boniato, habichuela... de eso se beneficia el pueblo, incluidos aquellos que han recibido nuestras donaciones. Hablando de afectaciones y para no ir muy lejos, hace solo unos meses todo el boniato que yo sembré se echó a perder por la seca.
“Por eso molesta tanto que el problema se haya planteado a todos los niveles y siga el tranque. Se le dijo a la Granja Urbana, a la Agricultura…, y nosotros desesperados aquí. Cada vez que se llama a la Planta Eléctrica nos responden lo mismo, que no hay.
“Pero no nos puede caber en la cabeza, con la necesidad que tiene este país de producir y con las veces que nuestro Presidente habla de la importancia de la alimentación del pueblo, que no pueda existir una solución cuando se trata de tierras fértiles, casi abandonadas, no por nosotros, sino por los indolentes que no priorizan algo tan importante.”
Y en el párrafo anterior se ubica el punto en común, entre la misiva y la Estrategia Económica, del cual hablo al principio: “(…) la necesidad que tiene este país de producir”. Ya lo dijo el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez: “Los programas de los cuales depende la producción de alimentos demandan mayor capacidad de gestión y de planificación, por eso la máxima dirección del país ha estado estimulando diagnosticar cuáles son las trabas que frenan una actividad tan importante.” ¿Podrá destrabarse, entonces, el problema del transformador?