Ponerse de acuerdo con alguien, a veces, se torna complicado. En el terreno legal, que lo tiene todo (o casi todo) escrito, solo basta cumplir lo que dictan las leyes. Sin embargo, al parecer, según la carta remitida por Servilio Favelo Navarro, en Morón, no ha sido así.
“Desde 1995 resido en el reparto La SEPMI, donde, desde 2012, construí mi casa con los esfuerzos que requiere un obrero, y con fecha 25 de junio de 2014 pagué al Estado y legalicé como es debido propiedad del terreno e inmueble.
“Con posterioridad (…) se construyó una vivienda aledaña, perpendicularmente a la mía, dadas las características de ubicación del terreno, en forma cuadrada.
“En 2015, el vecino pretendió construir un portal que obstruye la mitad del frente de mi vivienda. Al no estar de acuerdo, concurrí a Planificación Física; se personó en el lugar la inspectora Gloria Valor Rodríguez, quien ordenó detener la acción constructiva y orientó sellar los orificios abiertos para la fundición de las columnas y, tras conocer en el terreno la situación real existente, resolvió, mediante notificación a las partes, que ‘no puede tapar mi fachada ni obstruir el acceso a mi vivienda’, lo que de hecho ya se me había limitado en parte por la construcción de un portal antes de la legalización de mi propiedad en 2015.
“La construcción se detuvo, pero en 2016 la propia inspectora y el entonces director municipal de Planificación Física, llamado Lázaro, se personaron en el lugar y, en presencia del delegado de la circunscripción Rolando Hernández Rodríguez —convocado por mí— autorizaron la continuación del portal ya denegado y autorizan la construcción de un segundo nivel que cerraría totalmente el frente de mi casa y me obligaría a salir por el fondo.
“Innumerables han sido las gestiones realizadas sin ser escuchado; hasta que el 7 de julio de 2019 la Arquitecta de la Comunidad, personada en el lugar, verificó la demanda y emitió un documento de Asesoría Técnica que, en sus partes, expresa: ‘La vivienda vecina se construye perpendicular frente a la número 34 —la mía—, con ampliación tanto hacia el frente como en segundo nivel, bloquea la iluminación y la ventilación, y obstruye la vista hacia el exterior’; y agrega como posibles causas de la afectación: ‘pérdida total de la iluminación y la ventilación al construir dos niveles frente a la vivienda número 34 que, evidentemente, por su estado técnico, es más antigua en el lugar. Además, pérdida total de la privacidad debido a que la construcción del segundo nivel tiene indebida ventana hacia la vivienda número 34’. El dictamen técnico da como solución eliminar la ampliación de la vivienda colindante hacia el frente.
“Planificación Física no cumplió ese dictamen; sin embargo, el director municipal Elguis Ramón Rodríguez, el inspector Osmany Bartelemí, y los funcionarios de Urbanismo Alberto González y Rafael Alberto Ortega, se personaron en el lugar y aprobaron la continuidad de la obra constructiva.
“Ante mi desacuerdo, queja y reclamación, el citado director me informó que otra arquitecta, que nunca visitó mi casa, había aprobado la ejecución de la obra, en contradicción con lo dispuesto anteriormente. (…) el mencionado directivo dictó una especie de resolución unilateral, solo por él concebida, mediante la cual me niega todo el derecho y declara Sin Lugar mi pretensión; y, como contraté el servicio de una abogada, al solicitarle una respuesta pendiente del organismo me respondió que a mí no me daría información, que se lo comunicaría a la abogada.”
Servilio refiere que en la Dirección Municipal de la Vivienda y en la vicepresidencia de la Asamblea del Poder Popular le han otorgado el derecho e informado que es Planificación Física el organismo encargado de ejecutarlo. Además, alega, “no se me entregan los documentos de los que me valgo en el conflicto hasta tanto no se practique una comprobación de medidas y linderos (…), de lo cual deduzco se aplica una técnica dilatoria para que llegue el vencimiento del dictamen de la arquitecta, con un año de duración, a vencerse en febrero de 2020”.
Conjeturas aparte, expuesto así, resulta del todo contradictorio ¿verdad? Confiemos en que no lo sea la respuesta que la entidad ofrezca a Invasor.