Crónica de una provincia enferma
Vivimos una guerra avisada que no por eso ha dejado de matar. No se oyen los tiros, pero se ven los muertos. Son demasiados.
Vivimos una guerra avisada que no por eso ha dejado de matar. No se oyen los tiros, pero se ven los muertos. Son demasiados.
En la provincia de Ciego de Ávila se aviva el espíritu del legado del Capitán de la Clase Obrera.
Ciego de Ávila está dispuesto para, de manera organizada según lo establecido, distribuir a la población tanto las donaciones que ya han llegado a la provincia como las que hay interés de enviar al territorio por avileños y organizaciones.
Este miércoles deben sumarse unos 200 profesionales de la Salud a la provincia. La situación sigue muy tensa, las estadísticas así lo reflejan.
El vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca lidera un cambio en la respuesta a la epidemia de COVID-19 en Ciego de Ávila.
Al cierre del día de ayer, dos de agosto, Ciego de Ávila informó 1 434 nuevos casos positivos y 17 fallecidos por COVID-19.
Al Hospital le faltan manos y no es una metáfora esto que escribo: es una urgencia.
Instalaciones hospitalarias de Ciego de Ávila se beneficiaron en las últimas horas con equipos de alta tecnología procedentes de una donación de la República Popular China, para enfrentar la pandemia de COVID-19.
El apoyo desde varios países, en medio de la compleja situación epidemiológica que viven Ciego de Ávila y Cuba, continúa llegando a través de las redes sociales en Internet a los trabajadores de la delegación provincial del ICAP.
Se reorganizan el flujo y los procesos de atención urgente, a la vez que se crean nuevas capacidades en los hospitales.
Más de 16 000 nuevos contagiados, 261 fallecidos. El séptimo mes del año explotó las estadísticas y la tranquilidad.
La provincia de Ciego de Ávila reportó 1 146 nuevos casos positivos a la COVID-19 y 9 fallecidos.