Una orgía para José Aurelio Paz

Viejito glorioso, aquí estamos en una orgía, como la que tú querías en tu cumple 70 y te damos solo ahora, un año después, a los 71. Porque, como es habitual en ti, lo pusiste todo patas arriba, te nos moriste 13 días antes del desparpajo y nadie se atrevió a celebrar nada, ni siquiera a tu nombre. (Y aquí ponemos punto y aparte, que no estamos pa llanto. Y menos hoy)

Hoy es: ¡Felicidades Jopa en tu día (…), felicidad, felicidad, felicidad, ehhhh!

Por eso estamos aquí reunidos en la segunda acepción del término orgía, con el “desenfreno en la satisfacción de pasiones y deseos”, pero coqueteando con el primero de los significados para escandalizar, de paso, a unos cuantos mojigatos que deben estar aciguata'os todavía con tus palabras.

Bueno, y escribimos también orgía desde el principio porque sabemos que en un título funcionan cosas así. La gente podría venir corriendo a este texto, aunque ahora no sepamos si por la palabrita de marras o por tu nombre. O por una orgía a tu nombre. En fin, como sea. Estas cosas las heredamos de ti. ¡Qué suerte tuvimos, coj…! Perdón: qué suerte tenemos.

A ti no podríamos decirte remilgadas. Abajo todos los corsé de las letras, que le escribimos al hombre que las ponía a sudar frío. De una en fondo todas goteaban tinta o grafito y completaban oraciones mágicas que queríamos memorizar para un día impresionar a alguien, más que a nosotros mismos. Algo así como un truco, sin que fuera un plagio. Como aprender leyéndote, calcándote sin papel carbón.

Honrar a quien honor merece. Arriba tu sarcasmo, tu belleza, tu poesía, tu verbo candoroso y el punzante, tu filo con tu borde y hasta la orilla. Bendita la agujita a mano con la que ensartabas un grillo, un estetoscopio y una marquesita. ¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra? ¡Bah!

Bastaba que te sentaras en la mesita redonda y medio coja y al compás de los sonajeros elucubraras la primera idea. Ya después aquello se convertía en un exceso. Una orgía.

Hablando de… marquesitas. Debemos confesarte que nos falta azúcar, estamos endulzándote con palabras. Ná, mentira —lo de la escasez de azúcar no— lo de que, a falta de una cosa, te damos otra. A tus 71 años ya sabes que tus amigos no tienen reparos. Nos fuiste educando de a caramelitos en los bolsillos y a ti, que siempre tenías algo para dar, no vamos a darte menos.

Perdónanos si aun así estamos en franca desventaja. Si hurgamos en tus cosas para sentir que, precisamente por eso, es que podemos dar algo de valor. De ahí que después de terminarte esta “postalita de felicitación” iremos por un té frío o un café caliente. Nos embriagaremos con Los encantos del diablillo, esa sarta de entrevistas que tuvieron que compilarte porque tú no estabas pa eso. Y luego, cuando te pusiste en serio pa un libro y lo titulaste Cadáver público, pues demoró tanto que acabó lanzándose cuando ya te habías ido. Casi te da. Casi te da el tiempo.

Fue el mismo día que te develaron una tarja en tu iglesia. Y créenos cuando te decimos que la Iglesia y la UNEAC no se pusieron de acuerdo. (Bien sabemos que nos crees).

Ahora… mira a ver si nos crees esto otro: tu libro se vendió más caro que el de Leila Guerriero, superada en su Argentina y allende los mares, solo por Caparrós. Par de mostros. Costaba menos Zona de obras; ese derroche de verdades periodísticas en los que ella ensaya la vida y parece que escribe uno de tus cuentos. Te hubieras divertido con tu “superioridad” y hubieras ganado menos que ella, claro está. Pero creo que te hubieras divertido mucho más al otro día, porque en la mesita de la Asociación Hermanos Saíz vendían tu libro y estaba ubicado al lado de Impronta de Fidel en la ganadería revolucionaria.

De ahí hubieras escrito una de tus cronicazas, dejando corto de palabras al mismísimo Antonio Núñez Rodríguez.

Como ves, seguimos añorando tus letras, la posibilidad, la vida que tuviste, la que tienes entre nosotros y la que tendrás. Estamos más aferrados a ti que los cuatro pelos de tu moño.

P/D: Lo de anónimo, debes saber, es porque este texto hubiese podido escribirlo cualquiera que te quisiera mucho, que quisiera regalarte algo el día de tu cumpleaños y no tuviera azúcar.


Comentarios  
# barbaro martinez 28-09-2022 13:10
Felicidades Jose.
Genial
Solo puede escribir haber salido de las manos de una dama este articulo, me vinieron tres a la mente, estoy convencido que es de la mayor edad.
ahh. Jose, hace poco reabrieron el Cafe Cubita, te juro que la primera persona que me vino a la mente fuistes tu, y tengo en muchas a quien recordar alli. la banqueta que tu y yo nos disputabamos aun no las han colocado.
te extraña Balbalito, asi me llamaba JOPA, debido a mis garrafales faltas ortograficas.

brmh
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