Cuando se entra al municipio, un cartel nos recibe: Majagua, a ritmo de trabajo y son. Pero, desde hace casi un año, la pandemia de la COVID-19 ha puesto otra cadencia a la vida de los lugareños y pospuesto las tradicionales fiestas campesinas de los bandos Rojo y Azul. Con 119 casos positivos acumulados, ha transitado por brote, primer y segundo rebrotes, con no pocos sustos.
Fiestas —más que familiares— donde se procuró quemar lo malo de 2020 con el muñecón, saliditas de casa a otras casas para compartir la misma cerveza y el pellejito de cerdo asado, violaciones de los protocolos establecidos para viajeros internacionales y en centros estatales que prestan servicios a la población, unido a un relajamiento en el control de las medidas higiénico-sanitarias en las calles, pusieron a los majagüenses a “bailar La Caringa” desde inicios del presente año, cuando apareció el primer caso positivo de los últimos dos meses.
Obviamente, la percepción de riesgo siempre ha podido ser mejor, mucho más en los intervalos entre “oleada” y “oleada”, con una situación sanitaria tan difícil de sostener. Sepa usted que aquí, en el actual rebrote, desde el 2 de enero de 2021, se dieron tres y cuatro casos en una misma residencia.
Aunque hoy la tendencia es al control de la enfermedad, la amenaza sigue esperando para hacerse realidad, no lo dude.
• Majagua permanece en Transmisión Autóctona Limitada desde el día 16 de enero.
En lo que llega la ansiada vacuna y si el bebé debe viajar…
Zapatero a sus zapatos
Para la compra en las tiendas recaudadoras de divisas, se habilitó un punto donde se entregan turnos
En la unidad La Moderna, de Tiendas Caribe, ya no son comunes las grandes colas
Uno de los sustos de Majagua se generó en el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), con tres casos positivos en enero
Después del sobresalto en BANDEC, se extreman las medidas para que el virus no entre otra vez
El trabajo por cuenta propia ha permanecido al lado de la gente, con calidad y compromiso
Las colas sin el debido distanciamiento físico pueden conducirnos a un retroceso
Al coronavirus, ¡cero posibilidades!