El grupo de creación Avilarte y el secretariado de la Federación de Mujeres Cubanas en el municipio cabecera aportaron máscaras y protectores.
Aunque los últimos reportes sobre la COVID-19 muestran un descenso en los niveles de contagio, no significa que la enfermedad haya desaparecido, razón suficiente para dar continuidad a los gestos altruistas que han enaltecido los últimos meses a los cubanos.
Esta vez el protagonismo corresponde al grupo de creación Avilarte, perteneciente al Fondo Cubano de Bienes Culturales, y al secretariado de la Federación de Mujeres Cubanas en el municipio cabecera, quienes donaron máscaras y protectores a instituciones de la salud pública.
El personal de la salud y los creadores unidos por la vida
Los creadores Esteban González, Isnaide Iraola, Arley Alonso, Ibrahim Fernández de Posada y Humberto del Río juntaron esfuerzos con su equipo de apoyo para diseñar máscaras con destino a los trabajadores del Banco Provincial de Sangre Doctor Alfonso Garnier Hernández.
“A partir de materiales reciclables, y sobre todo, con mucho amor, nuestro grupo hizo estas máscaras para dar continuidad a nuestro apoyo en la lucha contra la pandemia”, afirmó Humberto del Río.
Especializado en elaborar uniformes, delantales, overoles, junto a la impresión de logos en prendas de vestir, Avilarte fue de las primeras agrupaciones en confeccionar nasobucos para donarlos a varias instituciones y mantiene su disposición de colaborar porque todo lo que se haga para cuidar hoy, asegura vidas para el mañana.
Similar propósito llevaron a la práctica las federadas en beneficio del Hogar Materno del consejo popular Onelio Hernández Taño, ubicado en el reparto Barbero de la capital provincial.
La doctora Barbarita recibe los nasobucos hechos por las federadas
De manos de Mireya García Guerra llegó a ese local un pequeño y necesario lote de nasobucos destinados a la protección de las embarazadas y del personal que las atiende.
La doctora Bárbara Fé González Sorí agradeció el gesto en nombre de quienes allí trabajan y de las 12 pacientes internadas con el fin de proteger sus riesgosos embarazos.
La joven Yoana en uno de los habituales chequeos que le hace la seño
Una jovencita que pronto será mamá, Yoana Velázquez Varela, a la espera de un varoncito, dijo a INVASOR que para cuidar de su embarazo lleva tres meses ingresada y agradeció el cuidado del personal.
De hecho, para protegerlas de posibles contagios, entre las medidas más fuertes está la prohibición de las visitas, lo cual se suple con llamadas telefónicas, junto al cariño de quienes allí trabajan.