Detectar, ingresar, estudiar: trinidad contra el dengue en Ciego de Ávila

En lo que va de año, menos de la mitad de las personas con síntoma febril inespecífico se ha aislado en un centro asistencial. En consecuencia, solo la quinta parte de esos febriles se confirmó con IgM

¿Qué ha cambiado entre la semana estadística 48 y la 49 en el enfrentamiento al dengue en Ciego de Ávila? A simple vista muy poco, por tanto, vale la alerta compartida hace siete días: hay que vigilar más.

Algunos números refuerzan esta idea del especialista en Epidemiología Domingo Molina Hernández, responsable del Programa de Arbovirosis en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. Comparado con la semana 48, en la 49 se detectaron 25 casos febriles inespecíficos menos y siguió decreciendo el por ciento de ingresos.

Parecería que la lógica no falla en esta tendencia, porque también el índice de infestación disminuyó a 0.23, pero el dato que continúa haciendo “corte” es el de las determinaciones de IgM positivas. Hace una semana el 62 por ciento de las muestras analizadas confirmó la presencia del dengue y en la 49 esa proporción aumentó a 70.1 por ciento.

¿Esto qué quiere decir? Que se está muestreando a quienes tienen todas las papeletas para ser confirmados (fiebre, dolor en los ojos y erupción cutánea). La pregunta es cuántos de los “descartados”, o sea, los febriles que no refieren otra sintomatología y no son ingresados ni estudiados, resultarían positivos ante el IgM. Esos son los que elevan los riesgos.

Esta era la situación del dengue en octubre último.

Reiteramos: el virus está circulando y el mosquito también. Tres municipios encabezan todas las listas del enfrentamiento. Majagua, Ciro Redondo y Ciego de Ávila tienen tasas de incidencia superiores a la provincial (335.4 por cada 100 000 habitantes); por cientos de reactividad mayores que 46.5; e índices de infestación del Aedes aegypti por encima de 0.23, la cota de la provincia. La ciudad cabecera y el territorio pinense, además, son de los que menos casos sospechosos ingresan.

Y no son comportamientos de los últimos 15 días. En lo que va de año, menos de la mitad de las personas con síntoma febril inespecífico se ha aislado en un centro asistencial. En consecuencia, solo la quinta parte de esos febriles se confirmó con IgM. Hay allí una gran brecha por donde se escapa la efectividad de las acciones de contención y mitigación.

De ahí que Molina Hernández vuelva sobre sus palabras, otra vez, para subrayar lo impostergable de una pesquisa eficaz, que busque en los lugares correctos (aquellos con más riesgo a partir del índice de infestación y las tasas de incidencia específica), ingrese al 100 por ciento de los sospechosos y los estudie.

Semejanzas y diferencias entre el dengue y la COVID-19.


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