La inestabilidad registrada en el abastecimiento de la Industria Farmacéutica al Sistema Nacional de Salud ha sido un fardo pesado con el que el país lidia desde el primer semestre del año 2015.
Se supone que cada médico debe conocer lo que está en falta para recetar en consonancia o sugerir otro medicamento del mismo grupo farmacológico. Que el curso establecido debe ir de la dolencia, al médico y, luego, a la farmacia. Sin embargo, de la receta al fármaco intervienen otros engranajes a los que la escasez ha llevado al extremo.
Según la licenciada Dulce María Fernández Martínez, directora general de la Empresa de Farmacias y Ópticas, el prescriptor debe actuar como filtro y decisor de la mejor solución medicamentosa y habla, también, de métodos invertidos en función de facilitar el acceso de los dolientes.
“La recepción de medicamentos debe durar 24 horas, o sea, al amanecer del siguiente día ya los médicos podrían recetar en función de la existencia real, al estar establecido que los fármacos-epidemiólogos informen a los especialistas vinculados a las diferentes áreas de Salud y acudan representantes de farmacia a las entregas de guardia, mas en solo unas horas culminamos este proceso.”
Eyanis Leiva Medina, administradora de la 0808636, en la ciudad cabecera, explica cómo debe ocurrir el proceso de recepción de medicamentos
Al día siguiente cuando se emitan las notas informativas que alertan a los prescriptores poco o nada quedará y volvemos a un punto de no retorno donde, incluso la eficiencia, resulta inexacta y genera inconvenientes.
Si en algo coinciden las partes involucradas, dígase Departamento de Medicamentos y Tecnologías, la Empresa de Farmacias y Ópticas y la Empresa Comercializadora de Medicamentos, es que el enfermo no entiende de justificaciones. Para indagar en estos mecanismo y su funcionamiento, Invasor le propone, próximamente, el reportaje Oferta “enferma” y mecanismos al extremo.