Una tasa de prevalencia (sobrevivientes/población) de 0,09 por cada mil nacidos vivos en pacientes con cáncer infanto- juvenil en Ciego de Ávila, es una cifra a elogiar, superior a etapas anteriores, y resultado de la sistematicidad en los tratamientos necesarios.
La revista Bohemia publicó en su versión digital que en el panorama nacional ha sido tendencia el aumento de la incidencia del cáncer infantil, con aproximadamente 450 nuevos casos detectados anualmente.
Frente a esto, el índice de supervivencia logrado como promedio en la Isla llega a un 75 por ciento, y refleja la efectividad del seguimiento médico y de la utilización de fármacos, entre ellos el Nimotuzumab, que se emplea en niños “con tumores del tallo cerebral, una de las localizaciones de cáncer más complicada en edad pediátrica”.
Sin embargo, no hay que quedarse solo con los números halagüeños. La oncopediatra avileña Norma Pérez Calleja refiere, también, una elevación de la mortalidad en estos pacientes de 0 a 18 años de edad. En el 2018 se registraron en la provincia 6 defunciones, tres más que en el 2017.
La especialista atribuye esta situación a deficiencias para el diagnóstico temprano. Por tal motivo, y con el propósito de una mayor efectividad, se comenzará a implementar un proyecto denominado Intervención educativa para elevar los conocimientos del cáncer infanto- juvenil en las instituciones de salud.
Actualmente, 96 pacientes de oncopediatría son sobrevivientes al padecimiento, es decir, fueron diagnosticados y rebasaron el tratamiento. Dentro de ellos un grupo a largo plazo, pues han pasado cinco años sin manifestaciones clínicas; mientras que otra parte aún no logra llegar a este período. Pero todos tienen que continuar chequeándose periódicamente en la Atención Primaria de Salud para evaluar cualquier riesgo, afirma la doctora.
Mayra Cristina Quiñones Rodríguez, especialista en la Dirección Provincial de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades, comenta que en edades tempranas se dificulta la detección, asociada al desconocimiento de las formas más frecuentes de presentación y una incorrecta interpretación de síntomas y alarmas.
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Recomienda a las familias la importancia de asistir a las consultas de puericultura para realizar exámenes físicos, pues un reconocimiento temprano de la enfermedad garantiza un aumento de la supervivencia.
Según la especialista, en la provincia, la mayor incidencia del cáncer infanto- juvenil se presenta en los neuroblastomas, el tumor de Wilms, la leucemia y los linfomas.
Algunos síntomas de riesgo a los que estar atentos para acudir con los niños y niñas al médico:
- Dolor de cabeza
- Mareo
- Sudoración abundante
- Vómito
- Fiebre sin causa aparente
- Bolitas en el cuello, axilas e ingles
- Puntos rojos en la piel
- Palidez, fatiga y cansancio
- Moretones en la piel
- Dolor de huesos y articulaciones
- Aumento de volumen de bazo e hígado