En Ciego de Ávila: ventas de huevos, ¿por sorpresa?

La noticia se expandió como pólvora. En los días finales de enero, de pronto, los avileños se encontraron, en medio de su rutina diaria, camiones en algunos puntos de la ciudad capital provincial en los que estaban vendiendo huevos.

¿Huevos? Parecía demasiado extraño, cuando en los últimos tiempos están ausentes de la red de mercados y solo los normados por la libreta de abastecimiento o los que se logren comprar en la feria llegan a la mesa.

Pues sí, más de 700 000 huevos se comercializaron por esta vía en esas fechas del primer mes del año, confirma Leyda Martínez Arnaiz, directora general de la Empresa Avícola en el territorio.

La entidad tiene autorizada la venta móvil, modalidad usada en esta ocasión. A eso se sumó, explica Leyda, la aprobación para liberar las producciones excedentes, es decir, luego de cumplir con el encargo estatal, las cifras permitieron llegar a la población de esta manera.

A finales de 2019, Invasor intentaba poner en claro cuestiones relacionadas con esas “desapariciones” del alimento, aun cuando se reiteraba la tan comentada frase de planes sobrecumplidos. Se exponían argumentos como los que vuelve a plantear la directiva en esta ocasión: este es un producto centralizado, de balance nacional, que tiene no solo como destino la canasta familiar normada, sino también el turismo, el mercado agropecuario estatal, la gastronomía diferenciada y el traslado a otras provincias.

No obstante, Martínez Arnaiz refiere que, siguiendo la política del país de asegurar la producción de alimentos y la implementación de las 28 medidas para el perfeccionamiento de la empresa estatal socialista, mientras la disponibilidad lo permita, se podrá llegar nuevamente a los pobladores de Ciego de Ávila con esta forma de comercialización.

Se valoran desde ya posibles cronogramas a trabajar con el gobierno en la provincia y otros temas a tener en cuenta también, como expenderlos en unidades y establecimientos con estos fines y no en plena calle.

Aunque el objetivo y el resultado se agradece, porque es un plato más (o el más asequible) en casa, organizar la venta en sitios determinados podría ser un punto a favor, más cuando persisten las carencias de otros alimentos.

Ojalá, entonces, los planes se concreten, la eficiencia productiva a la que Leyda Martínez hace alusión se mantenga y los huevos liberados lleguen a hogares avileños, sin revendedores mediantes.


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