Conforme a lo ajustadamente programado, en la tarde de este viernes 6 de agosto, un grupo de hombres y mujeres se empeñaba en concluir las labores para cargar y enviar hacia Morón los módulos con que se completaría en ese norteño municipio la ayuda solidaria hecha llegar a Cuba por países amigos.
Más de 23 000 núcleos familiares recibirán a pie de bodega allí, de forma gratuita, un bolso con alimentos que, si bien no resuelve de un golpe todas las necesidades, alivia la situación en esos hogares; pero, sobre todo, expresa el sentimiento de humanismo hacia el pueblo cubano por parte de numerosas naciones.
De acuerdo con información ofrecida por Reinaldo Frómeta Romero, director general del Grupo Empresarial de Comercio en la provincia de Ciego de Ávila, gracias a la rapidez con que se había operado tras la llegada de los vagones de ferrocarril, avanzada la noche y madrugada del día 3, fue posible el envío, horas después, de los 5 600 módulos de alimentos destinados al también norteño municipio de Bolivia.
Por su parte, Julio César Alamino Pérez, director general de la Empresa Comercializadora y de Servicios de Productos Universales, añade que a pesar del intenso ritmo (unas 12 horas como promedio) se aprecia un magnífico estado de ánimo en los trabajadores que intervienen en esa tarea; mientras ha habido una respuesta muy positiva también por parte de la Base de Cargas, así como de diferentes organismos y del transporte en general.
Como se conoce, al territorio debe arribar próximamente un segundo envío, con el propósito de completar, de forma gradual y ordenada, los ocho municipios restantes.
Para entonces, en opinión de Reinaldo Frómeta, los procedimientos de recepción de los módulos, descarga, traslado a almacenes y envío hacia su destino final, deben fluir mucho mejor, sobre la base de la experiencia asimilada en estas horas de intensa actividad.
El transporte no ha fallado